Puerto Piray: casi cien familias desarrollan actividades productivas en tierras recuperadas

Cultivan maíz, calabazas, porotos, arvejas, mandioca y zapallo cáscara de hierro, que destinan al autoconsumo y también a la comercialización. Se trata de las tierras las tierras recuperadas por el Estado Provincial y cedidas en comodato a la Cooperativa Agropecuaria de Puerto Piray.

Casi un centenar de familias del Alto Paraná misionero llevan adelante actividades productivas en tierras  recuperadas por el estado provincial y cedidas en comodato a la Cooperativa Agropecuaria de Puerto Piray. De la forestación con pinos, en esa  esa zona se pasó a la producción de alimentos, tras 14 años de gestión y lucha para lograr este objetivo que cambió el paisaje norteño y la forma de sustento de estas familias agrupadas en la entidad.

Maíces, calabazas, porotos, arvejas y mandioca, entre otros cultivos, reemplazaron a los pinos tras el cambio de titularidad de esas tierras que pertenecían a una empresa extranjera. A fines del año pasado realizaron la primera cosecha de calabaza y zapallo cáscara de hierro. Este año, hace una semana los productores comenzaron a extraer las espigas del maíz sembrado en 2017. Esta es la producción de las 166 hectáreas, que el gobierno provincial destinó a la cooperativa,  sobre un total de 600 hectáreas adquiridas en el marco de la ley XXIV N° 11, vigente desde el 2013.

En el último año también recibieron capacitación para trabajar cooperativamente, salir del microcultivo familiar y hacer lo mismo pero más extensivamente y con otra organización. Fueron justamente técnicos del Instituto de Fomento Agropecuario de Industrial (IFAI) quienes realizaron esta tarea y continúan con la formación en terreno con representantes de otros organismos provinciales y nacionales.

“Estamos aprendiendo todos juntos una nueva forma de trabajo, con días y horarios estipulados para que nos rinda más esto que tanto soñamos”, dijo la presidenta de la Cooperativa Agropecuaria de Puerto Piray, Miriam Samudio. Seguidamente explicó que “somos 83 socios de la cooperativa, se están sumando más y nos organizamos para la limpieza, siembra y mantenimiento de la propiedad. Tenemos planillas de asistencia y recupero de días de trabajo. A veces viene la totalidad del grupo familiar y cuando la tarea disminuye sólo algunos integrantes”.

Samudio se mostró muy contenta con los resultados. “Antes eran pinos y tras 14 años de lucha, pudimos reconvertir el lugar en una zona productora de alimentos. Tuvimos buen acompañamiento y mucha suerte porque estamos logrando excelentes resultados tanto con las distintas variedades de maíces como con la mandioca. Planeamos incluso sembrar más porque vimos que las tierras producen muy bien, si uno le destina tiempo y si se hacen las cosas como nos enseñaron los técnicos”, detalló.

La presidenta consignó que “lo producido se usa para sustento de las familias de la cooperativa. Producimos alimentos y mantenemos también a los animales. Un porcentaje de lo producido se vende en las ferias y a otros productores de la región que ya saben de nuestros logros. Planeamos plantar mucho más porque obtuvimos buenos resultados con el maíz, mandioca, porotos, zapallos y otros cultivos de hojas”.

Trabajo en equipo

De su lado el vicepresidente de la cooperativa, Felix Duarte, mostró como se realizan las tareas  de trillados del maíz. “Nos costó mucho esfuerzo y dinero, pero ya estamos en plena producción. Esta es nuestra primera experiencia de la siembra y cosecha en grupo. Las mujeres se encargan de la cosecha y nosotros del trillado. Cuando hace falta reforzar las tareas nos sumamos todos, por eso tenemos estos buenos logros. Queremos seguir con mucho más para vivir de esto y sumar más colonos de la zona”, precisó con optimismo.

La socia productora, Rosalía Armoa, también manifestó su satisfacción con lo obtenido en la primera cosecha conjunta. Aunque admitió que “aún nos falta mucho, necesitamos más herramientas como rastras, macheteadora, entre otras, creo que estamos bien encaminados y vamos a lograr lo que nos proponemos. Al fin tenemos nuestro lugarcito para plantar e intentar vivir de lo producido”.

Este logro compartido entre habitantes de Puerto Piray y el Estado provincial es un alivio para el norte de Misiones. Sucede que muchos de los ahora colonos, fueron ex trabajadores de empresas forestales que por iniciativa del IFAI y otros organismos provinciales y nacionales ahora se dedican a la producción de alimentos para el autoconsumo y la venta, en tierras que antes pertenecían a la firma Arauco. No solo se recuperaron las tierras para los misioneros, sino la pasión por el trabajo y ahora disfrutan de los logros que traerán aparejado mejoras para las familias.

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