Mató a dos personas a sangre fría en Colonia Victoria en 2015 y ahora le llegó la condena: 25 años de cárcel

Eduardo Bareiro mató a sangre fría a dos personas en Colonia Victoria, el 10 de agosto de 2015, por la mañana. Rifle en mano fue a cobrar una supuesta deuda que tenía un vecino con él por la construcción de un baño. Pero todo terminó en tragedia. Este lunes se supo que el hombre accedió a someterse a un juicio abreviado. Recibirá la pena de 25 años de cárcel por los crímenes que cometió.
Bareiro, de 47 años, tenía que haber ido a debate oral en noviembre pasado. Pero cuando estaba todo listo para el proceso, el Tribunal Penal de Eldorado suspendió el juicio para ordenar una pericia psiquiátrica para el acusado. Resulta que el hombre afirmaba que “hablaba” con sus víctimas Sixto Giménez (60) y Josefina Villaba (43). Y también con seres extraterrestres.
La pericia ratificó que el imputado no estaba demente. Entonces volvieron a iniciar los aprestos para el debate. Sin embargo, el acusado admitió la culpa y aceptó la condena que su defensor y el fiscal Federico Rodríguez habían acordado: el máximo de la pena para el delito de “homicidio simple”. Los camaristas María Teresa Ramos, Lyda Gallardo y Ángel Atilio León dieron luz verde al acuerdo.

El doble homicidio en cuestión sucedió entre las 8.30 y las 9. Bareiro fue hasta la casa de Giménez, donde se encontraban de visita Villalba, su pareja Rogelio Maidana Brítez y una hija de ambos, entonces con 16 años. La residencia de madera en cuestión se encuentra sobre la calle Faustino Sarmiento sin número del Kilómetro 5.
Giménez y sus visitas estaban charlando cuando apareció Bareiro con un rifle. Sin mediar palabras, abrió fuego contra el dueño de casa, quien herido, entró en la vivienda. “Por qué le tiraste a mi padrino’”, le preguntó horrorizada Villalba. “Este señor me debe, yo le hice este baño privado y no me pagó todo”, fue la respuesta que recibió.
El violento entonces volvió a cargar el arma y apuntó a la adolescente. “Por favor, no le tires a mi hija, ella está enferma”, volvió a decirle la mujer y en un acto instintivo heroico, se colocó entre el hombre del rifle y la chica. Sin dudar, el ahora condenado disparó. El proyectil impactó en la región del tórax lumbar izquierdo de Villalba.
Herida y todo, la mujer, su hija y su pareja salen corriendo a pedir ayuda. Los tres entraron en un camino vecinal, tipo trillo, ubicado hacia el Oeste de la calle Faustino Sarmiento, que coincide con una entrada que conduce al sector de ingreso a la propiedad de un ex secadero de yerba.
Bareiro los siguió unos metros y desistió, porque otros vecinos se habían asomado. Pero la mujer avanzó apenas un poco y se desplomó. Su cuerpo sin vida fue encontrado a 34,50 metros de la calle Sarmiento.
La Policía se enteró por medio de un poblador de la zona, que pasaba por el lugar y fue alcanzado por la pareja de Villalba, quien le contó del brutal ataque.
Giménez murió dentro de su casa. Falleció por dos balazos: uno en la región frontal, a nivel del tercio medio de la clavícula izquierda y el segundo en la parte posterior de la espalda, a nivel de la región media de la columna.
En el allanamiento realizado el mismo día en el domicilio del imputado, se procedió al secuestro de un arma de fuego, tipo carabina, calibre 22, marca Bataan Super 54, numeración Nº 27053, industria argentina, que se hallaba en el interior de un galpón/depósito de herramientas, ubicado en el sector posterior de la vivienda, y de un cartucho de arma de fuego, calibre 22, marca “OA” –del mismo calibre y marca de las vainas servidas secuestradas en el lugar del hecho- que se encontraba sobre una tapa de hormigón de un pozo de agua, también ubicado en el sector posterior de la casa.
Bareiro fue arrestado y luego imputado. Las pruebas en su contra eran abrumadoras. Ahora le llegó el momento del castigo. 25 años por el delito de “doble homicidio simple en concurso real en condición de autor”.

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