El fallecimiento de la joven conmociona al país. El hecho se produjo el pasado viernes, en Tucumán.
La muerte de Ana Gabriela Ríos conmociona a tucumanos y jujeños. La joven, que cayó al vació desde el cuarto piso de un edificio ubicado en San Juan al 800 de Tucumán, había venido de San Salvador de Jujuy para estudiar Medicina Veterinaria en la Universidad Nacional de Tucumán. Sin embargo, sus proyectos quedaron abruptos por la tragedia.
«Ani», como le decían sus amigos, había cumplido 26 años el pasado 9 de marzo. Trabajaba en un bar de Miguel Lillo al 300 para pagar sus estudios. Tenía un amor especial y mucha sensibilidad por los animales, y militaba por el rescate mascotero. Era fanática de la banda de rock La Renga, y disfrutaba mucho de los recitales, de los encuentros con sus amigos y de las comidas caseras.
Buscan determinar si se produjo una pelea antes de que Ana Ríos cayera al vacío
A través de un comunicado difundido a través de las redes sociales, sus amigos y compañeros revelaron que Ana disfrutaba a del amor de su familia, sobre todo de su mamá Alejandra Aparicio. De hecho, en las redes sociales hay múltiples fotografías con palabras de afecto entre ambas.
Sofía Bollea, una compañera de Veterinaria, la recordó como una chica «alegre, divertida y demostraba fortaleza». Virginia Acosta, titular de la cátedra de Patología, la definió como una joven adorable. «Era una excelente compañera, ayudaba fuera de horario a cada alumno. Trabajaba (por el bar) para mantenerse (económicamente). Era una persona muy tranquila y calmada, que no mereció llegar a este punto», dijo.
Ríos, también apodada «La Chata» por sus amigos, estaba en pareja desde hacía más de seis años con Facundo Guerrero. El joven de 26 años, oriundo de la localidad jujeña de Maimará, es el principal sospechoso y único testigo de lo ocurrido en el departamento del cuarto piso, donde vivía. Ayer quedó detenido por pedio de la fiscala Carmen Reuter, que impulsa la investigación.
Guerrero, que estuvo aprehendido durante cinco horas luego del hecho, se presentó ayer en Tribunales y luego de esperar un par de horas, quedó detenido. Él dijo que la estudiante se había quitado la vida porque estaba deprimida porque se había quedado sin trabajo y porque tenía deudas.
El padre de la víctima, sin embargo, reveló que el acusado había agredido a su hija en varias oportunidades. Además, el dueño del bar donde trabajaba Ríos desmintió haberla despedido.
Los investigadores creen que hubo una pelea horas antes de que la estudiante cayera al vacío desde el cuarto piso. Debajo de las uñas de la joven se habrían encontrado sangre y restos de piel, por lo que se sospecha que la víctima al menos forcejeó con el acusado.
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