Por su parte, María Elena Leuzzi, titular de Avivi, confirmó la identidad de quien aportó los datos en los que se basa la denuncia. También explicó por qué la médica no habló antes. «En su momento no denunció esto porque tiene un hijo y tenía miedo». Y adelantó que Pennesi dejará que esconderse «después de declarar», instancia en la que hablará con los medios de comunicación.
Como confirmó el abogado de la ONG, Andrés Bonicalzi, la médica «está muy asustada y le dieron un botón antipanico». Según pudo saber Clarín desde fuentes del Ministerio de Salud porteño, Pennesi trabaja en la sección Control de Salud, precisamente, en el vacunatorio, del Hospital Ramos Mejía. Actualmente se encuentra «bajo licencia» y no hay precisiones sobre sobre de qué tipo.
Según su versión, se enteró de la situación a través del psicólogo del club, a quien los dos chicos le manifestaron que estaban angustiados y terminaron revelando que eran abusados. «Quien se los pasa a la médica es el psicólogo. Porque los menores tenían unos dolores en la zona pélvica que es muy común cuando hay abuso sexual anal», precisó Leuzzi, y la derivación también estaba vinculada al temor de que a los chicos les hubieran transmitido VIH durante los abusos.
Fuentes del caso ahora confirmaron a Clarín que esos estudios efectivamente fueron realizados, que «dieron negativo en VIH, pero los chicos sí presentaban otras enfermedades de transmisión sexual».
El testimonio de Pennesi ante Campagnoli abre la posibilidad de que citen al psicólogo, que ya no trabaja en el club.