Fiebre amarilla: murieron dos personas que viajaron a Brasil sin vacuna

En el país ya se registraron siete casos importados de fiebre amarilla, de los cuales dos resultaron fatales. Los pacientes fallecidos tenían más de 60 años, uno era oriundo de Río Negro, y el otro de Lanús.

La emergencia por fiebre amarilla que atraviesa Brasil ya se cobró la vida de dos argentinos que viajaron al vecino país sin vacunarse y, a su regreso, desarrollaron la enfermedad desencadenando cuadros graves que resultaron fatales, informaron a Clarín fuentes del Ministerio de Salud

Según el último Boletín Integrado de Vigilancia del Ministerio de Salud, hasta la Semana Epidemiológica 12 (SE12) se registraron en el país siete casos de fiebre amarilla importados con antecedente de viaje a Brasil y sin antecedente de vacunación. Dos de los pacientes fallecieron en la última semana.

“Seis de los siete casos tienen el antecedente común de haber visitado Isla Grande en Río de Janeiro (además de otros destinos de ese país) y uno Ouro Preto en el estado de Minas Gerais”, indica el documento publicado con fecha 23 de marzo.

Los fallecidos eran personas mayores de 60 años, para quienes la vacuna presenta efectos adversos y muchas veces no es recomendada. “Uno con residencia en Río Negro y asistido en un efector privado en Neuquén y otro con residencia en Lanús, provincia de Buenos Aires, asistido en un efector privado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, dice el boletín.

El caso fatal en la Provincia de Buenos Aires corresponde de un hombre de 69 años que no tuvo buena evolución y presentó una insuficiencia renal de la que no se pudo recuperar y dos días después (el viernes último) murió por un fallo multiorgánico, informaron fuentes de la Provincia a este diario.

“Ninguno de los casos se había vacunado. Por eso insistimos tanto con la recomendación a quienes tengan que viajar a las zonas afectadas de Brasil, si no se pueden vacunar, que evalúen no viajar o posponer el viaje”, advirtió a Clarín la doctora Patricia Angeleri, directora nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud de la Nación.

Es que, en los mayores de 60 años, la vacuna tiene efectos adversos, por lo que el médico puede recomendar que no se la apliquen. «Como está la situación en Brasil, yo creo que los mayores de 60 años no tienen que viajar. Al igual que recomendábamos a las embarazadas que no viajaran durante el brote de zika, con la fiebre amarilla es una situación similar con los mayores de 60», afirmó a Clarín el doctor Eduardo López, infectólogo y jefe del Departamento de Medicina del Hospital Ricardo Gutiérrez. Entre los efectos adversos que puede presentar la vacuna, en los grupos de riesgo son «cuadros de fiebre alta, cuadro de meningoencefalitis, cuadros con afección hepática», añadió el médico.

En Buenos Aires también se dio en los últimos días otro caso grave, de un joven de 24 años, que se embarcó en un crucero a Río de Janeiro sin haberse vacunado. A su regreso, presentó síntomas y fue diagnosticado con fiebre amarilla en el Sanatorio Trinidad Mitre. Este joven, oriundo de la localidad bonaerense de Hurlingham, también derivó en un cuadro grave, con falla renal y hepática. Recibió un trasplante de hígado y continúa internado.

“Brasil está atravesando una situación epidemiológica con una ocurrencia de casos que parece no disminuir”, añadió Angeleri, que aclaró que hasta el momento no se modificaron las recomendaciones del Ministerio de Salud sobre quiénes deben vacunarse.

“La fiebre amarilla suele evolucionar en forma relativamente favorable –agregó la funcionaria-, pero cuando se da un cuadro grave, la probabilidad de muerte es alta. Por eso también se debe derivar en forma oportuna”.

Las áreas geográficas incluidas en las recomendaciones de vacunación son los estados de Río de Janeiro, San Pablo, Espíritu Santo y Bahía (incluyendo las populares Salvador de Bahía y Praia do Forte).

No es necesaria la vacunación para aquellos que viajen por tierra o vía área a la costa de los estados de Paraná, Santa Catarina, Río Grande do Sul y permanezcan menos de 72 horas en una zona de riesgo como escala de viaje. Destinos playeros muy elegidos por argentinos como Florianópolis, Camboriu, Fortaleza, Natal y Recife no requieren vacunación.

A diferencia de otras enfermedades transmitidas por mosquitos, como el dengue o zika, para la fiebre amarilla sí existe vacuna preventiva, por lo que desde los sectores de salud insisten en la importancia de verificar para qué zonas de Brasil está recomendada la vacunación. Sin embargo, es una vacuna que presenta algunas contraindicaciones y para la que determinados grupos deben tomar precauciones.

El Ministerio advierte que quienes integran los grupos que se detallan a continuación tienen un riesgo aumentado de efectos adversos potencialmente graves:
• Niños entre 6 y 8 años de vida, inclusive
​• Adultos de 60 años o mayores que se vacunen por primera vez contra la fiebre amarilla.
​ • Las mujeres que están en período de lactancia entre el nacimiento y los 8 meses inclusive, podrían transmitir a sus hijos el virus vacunal a través de la leche materna.

La fiebre amarilla no se transmite de persona a persona. Los síntomas característicos aparecen entre 3 y 6 días después de la picadura del mosquito. “El comienzo es abrupto, y el paciente presenta fiebre mayor a 39 grados, escalofríos, cefalea, náuseas, mareos, malestar general y dolor muscular, congestión nasal y bradicardia relativa (bajas pulsaciones)”, explica el Ministerio de Salud en el alerta epidemiológico que emitió al detectarse el primer caso importado, en febrero último.

 

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