Después de 21 años, crearon en Córdoba el segundo Parque Nacional «Traslasierra»

El primero que fue creado en la provincia fue el Parque Nacional «Quebrada del Condorito», y en el marco del Día Internacional de los Bosques, ayer 21 de marzo, el Senado de la Nación dio sanción definitiva y aprobó así la ley de creación del segundo parque que se ubicará en las 105.000 hectáreas de la Estancia Pinas, en el departamento Minas, en el noroeste de la provincia de Córdoba sobre el límite con La Rioja. 

 

El valor ambiental del Parque Nacional Traslasierra se basa en la protección de una porción del Chaco Árido y Chaco Serrano, que se encuentran entre las ecorregiones menos conocidas y en un serio estado de fragilidad. «El objetivo de la protección del área es por su biodiversidad y su patrimonio histórico, ya que en el predio hay vestigios de la cultura de los comechingones y fue propiedad del político y periodista Lisandro de la Torre», fundamentaron para la iniciativa.

El Proyecto se consolidó a principios de marzo de 2017, cuando el gobierno provincial y la Administración de Parques Nacionales (APN) firmaron un Convenio Marco de Cooperación para formular y ejecutar una estrategia de conservación por medio de la creación de dos áreas protegidas nacionales, una en la Estancia Pinas y el otro en la laguna de Mar Chiquita y Bañados del Río Dulce (este ubicado en el extremo noreste de la provincia).

Para coordinar la aplicación de ese convenio se constituyó, inicialmente, una Comisión Mixta integrada por representantes de la APN y de la Provincia. Y en colaboración, como Comité Asesor, representantes de distintas entidades: Aves Argentinas, Yaku Sumaq y la Universidad Austral.

«Algo destacable de la creación del Parque Nacional Traslasierra es que fue un proceso sumamente participativo en el que desde un primer momento participaron el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, la Administración de Parques Nacionales, la provincia de Córdoba, los municipios, diputados y senadores provinciales, investigadores, organizaciones ambientalistas y, por supuesto, gran parte de la comunidad», resaltó Juan María Raggio, presidente de Aves Argentinas, ONG ambiental más antigua de Latinoamérica e impulsora del proyecto, que acompañó en todo su camino con un fuerte trabajo de difusión y presencia en las localidades de la región, y acercó donantes de los fondos para la compra de las tierras.

La ubicación del Parque resulta estratégica para el turismo y la conservación de la naturaleza: por un lado es clave para conformar el Corredor Biogeográfico del Chaco Árido ya que se ubica cerca del Parque Provincial Chancaní de 5.000 hectáreas y de la Reserva de Uso Múltiple Salinas Grandes, de 196.000.

Por otro lado, también ocupa un papel protagónico en el Corredor de Conservación y Turismo del Norte de Córdoba, junto con el futuro Parque Nacional Ansenuza  y el Parque Nacional Quebrada del Condorito, un área protegida ya posicionada y reconocida por los ecoturistas.

«Un nuevo Parque Nacional es, además, una nueva posibilidad de desarrollo a través del turismo de naturaleza que es un turismo amigable con el medio ambiente y que permite conservar el ambiente al mismo tiempo que generar recursos genuinos para las localidad vecinas al Parque. Aves Argentinas está trabajando junto al Ministerio de Turismo de la Nación para fomentar el turismo de naturaleza y este parque es también parte de ese gran proyecto», destacó Hernán Casañas, director ejecutivo de Aves Argentinas.

«Este nuevo Parque Nacional es todo un hito. Es el segundo Parque para la provincia de Córdoba y va a proteger especies amenazadas como el águila coronada, el carpintero negro, el loro hablador o el chancho quimilero. Es una gran oportunidad y una excelente noticia para la conservación del gran Chaco argentino y sus especies», concluyó Casañas.

Valores de conservación

Según un equipo de biólogos de la Universidad de Córdoba que estudia la zona, a causa del gran hermetismo que siempre reinó alrededor de esta estancia, la información disponible no es abundante pero alcanza para saber que es indispensable convertirla en parque nacional para garantizar su conservación.

Prueba de ello es que además de albergar más de 220 especies de aves, 35 de mamíferos y 30 de reptiles, en Pinas acaba de ser descubierta una especie que nunca había sido detectado en Córdoba y que está catalogada en peligro de extinción a nivel global: el pecarí chaqueño o chancho quimilero (Catagonus wagneri). El sitio alberga también una de las últimas poblaciones de guanacos de la provincia de Córdoba, además de osos meleros, lampalaguas y matacos bola.

Entre las aves que albergan sus montes de algarrobos, quebrachos, breas, cardones y chañares se encuentran algunas en peligro como el águila coronada, el loro hablador, el carpintero negro y el cardenal amarillo.

A esto se le suma un escenario que paradójicamente contribuyó a la conservación de la naturaleza en la estancia: por estar ubicada en una zona con poca agua, la producción agropecuaria se limitó a ganadería de baja intensidad (pocas cabezas por hectárea), así que no sufrió los cambios en el suelo ocurridos en otras partes de la Provincia como consecuencia de los avances tecnológicos y las demandas del mercado. Todas estas características hacen que la estancia Pinas se encuentre en inmejorables condiciones de conservación y sea el momento justo para darle la máxima protección posible a un territorio, como lo es la categoría de parque nacional.

 

La historia de Pinas

En 1908 fue adquirida por Lisandro de la Torre con un crédito del Banco Español, aunque el político y periodista santafesino recién tomó posesión del campo en 1917 y en 1925 decidió “refugiarse” en él y dejar la ciudad.

Su idea era trasformar a Pinas en un centro agrícola y ganadero pero, debido a las duras condiciones climáticas, no logró hacerlo. Las únicas ganancias durante este período las obtuvo un socio de De la Torre talando los quebrachos colorados, quebrachos blancos y algarrobos de la zona.

Luego de su suicidio en 1939, el campo fue adquirido por el hacendado y político Juan Manubens Calvet (que fue intendente de Villa Dolores) en un remate. El periodista Raúl Larra (1913-2001) cuenta parte de esta historia en el libro sobre Lisandro de La Torre llamado El Solitario de Pinas.

 

Manubens Calvet falleció en 1981 sin herederos directos. Los bienes de su herencia son administrados desde entonces por la justicia provincial. Actualmente, la estancia se encuentra dentro de las categorías roja y amarilla de la ley de bosques (es decir, de máximo y de intermedio valor de conservación), lo que limita las actividades económicas que se desarrollan en ella.

El 20 de septiembre pasado, la provincia de Córdoba avanzó con el primer requisito: la ley provincial, presentada por los legisladores departamentales del área del futuro parque, Graciela Manzanares, Oscar Gonzáles y Hugo Cuello fue aprobada por unanimidad en la Legislatura provincial (Ley 10.481, promulgada mediante Decreto 1.542 el 29 de septiembre).

El mismo día también se aprobó la Ley 10.480, ratificando el mencionado Convenio en todas sus partes.

Finalmente, los diputados nacionales por Córdoba Agustín Calleri y Adriana Nazario, presentaron en el Congreso Nacional el proyecto de ley para la aceptación de la cesión de jurisdicción y dominio y la creación del Parque Nacional Traslasierra que fue aprobado en Diputados en noviembre pasado.

 

 

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