La gran incógnita de un dólar indómito y una inflación que también se muestra indomable

Después de tantas afirmaciones, aseveraciones y confirmaciones desde distintos actores del Ejecutivo nacional, de que la inflación está bajando, las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) una vez más los ha desmentido abiertamente y los números se acercan más a las proyecciones de las consultoras privadas que a las expresiones de deseos del equipo económico de Cambiemos.

Desde aquella definición del ministro Nicolás Dujovne en España, que todavía están tratando de descifrar reconocidos académicos españoles, afirmando que la meta del 15% “no es un pronóstico, es una orientación de la inflación a la baja” y la del presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, sobre el tipo de cambio asegurando que “hay una brecha de percepción muy fuerte en los últimos meses” para tratar de explicar la corrida del dólar de los últimos quince días, los guarismos de la economía argentina se han mostrado esquivos a sus intenciones.

La demanda de dólares en los últimos quince días no dieron respiro y el Banco Central debió desprenderse de más de 1.100 millones de dólares de sus reservas para intervenir en el mercado porque según Sturzenegger, “el tipo de cambio  nominal que lee el mercado no es el correcto, ya que la nominalidad va a estar mucho más controlada”.

Tanto el presidente, Mauricio Macri, al asegurar que “al precio del dólar lo fija el mercado” como el jefe de Gabinete, Marcos Peña, enfatizando que “el dólar no es una variable de crisis en Argentina”, estarán recalculando sus próximas declaraciones al respecto, luego de la sangría que le costó (¿y le costará?) al Central frenar la escalada.

Mencionábamos en la nota anterior un rumor que circulaba por la city porteña sobre el desembarco de Carlos Melconian en el Ministerio de Economíaque el mismo economista dejó en suspenso el jueves pasado, en una entrevista con el canal América Noticias, con un risueño “por ahora no, están estos muchachos” a quienes dijo conocer.

Simultáneamente a esto avatares de la economía doméstica argentina, se realizaron reuniones preparatorias para la gran convocatoria del Grupo de los 20 que Argentina debe organizar este año y en ése contexto estuvieron por estas tierras la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, la francesa Christine Lagarde y el presidente del Banco Mundial, el surcoreano, radicado en Estado Unidos de Norteamérica, JimYong Kim.

Ambos se reunieron con el presidente Macri y Lagarde fue más allá al enfatizar que los dos primeros años de Mauricio fueron “dos años asombrosos” por las medidas económicas de ajuste y reconversión de la economía. Esperamos que desde la dirigencia del FMI después no pidan disculpas como hicieron con Grecia, Indonesia y hasta Argentina en 2003.

Además,Lagardese hizo un tiempito para visitar las Cataratas del Iguazú, donde fue recibida por el Gobernador Hugo Passalacqua con quien coincidieron en que es mejor el diálogo que la confrontación entre gobiernos de diferente signo político.

Nada dijeron, tanto la mandamás del FMI como el presidente del Banco Mundial sobre la “utopía del 15%” como la llaman algunos economistas porteños a la meta de inflación ni de la volatilidad cambiaria de las últimas semanas.

Otra de las declaraciones de quien maneja la política monetaria desde la presidencia del Banco Central que quedaron devaluadas por la realidad es la que sostuvo en un documento de la semana anterior, “el BCRA ratifica el proceso de flotación cambiaria con intervenciones ocasionales”.

Estas intervenciones ocasionales son las que se convirtieron en diarias desde hace más de siete días, interviniendo en el mercado como uno de los jugadores más fuertes, logrando hasta ahora frenar la cotización por debajo de los 21 pesos, pero es probable que cierre la semana por encima de ése valor.

En este contexto, el presidente Macri continúa insistiendo, lo hizo en una entrevista el miércoles 21 en que “lo peor ya pasó” y sobre la inflación dijo que “baja a una menor velocidad de lo que imaginé” con lo que viene a ratificar que las metas del Gobierno son expresiones de deseos, supuestos imaginados, sin basamentos reales.

Emilio Juri