La víctima tenía 32 años. Perdió el control de la bicicleta cuando le robaron y se golpeó la cabeza contra el asfalto.
Luisina Rodriguez circulaba el sábado en su bicicleta cuando aparecieron dos motochorros. La interceptaron en el cruce de las calles Facundo Zuviría y José María Gutiérrez, de la ciudad de Santa Fe y al tironear de su mochila para arrebatársela la joven perdió el control y cayó contra el asfalto. Entró al hospital con un severo traumatismo de cráneo que le causó la muerte pocas horas después.
«Escuché un estruendo y un golpe muy fuerte y cuando me di vuelta para ver lo que pasaba, observé a una joven tirada en la calle y dos hombres en una moto blanca acelerando a toda velocidad por la avenida hacia el norte», contó un comerciante que tiene su negocio a pocos metros del lugar.
El vecino sostuvo que intentó ayudar a la víctima pero que «no se movía, estaba inconsciente y convulsionaba». «El asfalto quemaba, pero la joven no reaccionaba», detalló. Los informes forenses confirmaron que el golpe que sufrió al caer fue la causa de la muerte pero no descartan aún que haya sido golpeada con un elemento contundente antes o después de la caída.
Mientras tanto, los investigadores analizan las grabaciones de las cámaras de seguridad en busca de alguna pista que facilite la identificación de los ladrones que, hasta el momento, siguen prófugos.
El crimen de Luisina Rodríguez conmocionó a los santafesinos no solo por cómo fue el hecho sino también por sus coincidencias con el homicidio de Marianela Brondino, una joven que en 2010 fue atacada por dos hombres que circulaban en moto por Gorostiaga al 1900.
“No sé aún cómo está conformada la familia de esta pobre chica, pero los abrazo de corazón porque sé, con absoluta certeza, por lo que van a tener que pasar: en la justicia y en la vida, porque esto es un antes y un después. Ya nada será igual. El dolor será un habitante más de vuestras casas y la pérdida es irreparable”, manifestó a Diario Uno la mamá de Marianela, Graciela Brondino.
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Otro perfil: se conoció la carta que escribió Nahir Galarza en 2013
