En la mañana de hoy el presidente Mauricio Macri abrirá las sesiones del Congreso con un tono «conciliador», en busca de recomponer la relación con la oposición legislativa tras el quiebre que significó el trámite de la polémica reforma previsional en diciembre pasado. Así, el jefe de Estado dejará entrever que el oficialismo no buscará apurar ningún proyecto de ley sin consenso, y hará hincapié en emparentar su gestión con la apuesta de apuntalar un cambio cultural en el país.
En esa línea, Macri dará a entender que el oficialismo está en minoría por lo que necesita diálogo con la oposición para aprobar proyectos y evitar conflictos. El mandatario insistirá con la estrategia de los acuerdos amplios, y recordará los pactos que hizo con gobernadores y bloques opositores en estos dos años de gestión para avanzar con algunas iniciativas.
Desde el oficialismo algunas voces aseguraron que Macri va a mencionar el debate por el aborto, tal como hizo ante su tropa esta semana, en la quinta de Olivos. El objetivo del Presidente sería plantear que abre un debate que estuvo cerrado durante el pasado y que espera que se discuta con «madurez». Este es el término que buscará imprimir no solo para esa discusión, sino para otros proyectos que pasarán próximamente por el Congreso.
A su vez, apuntalará la idea de un «cambio cultural». El mensaje del estará en línea con fragmentos que mencionó luego del debate por la reforma previsional, cuando hubo enfrentamientos violentos con la Policía. «El futuro se construye haciendo cosas distintas a las del pasado», sintetizó y es un eje que piensa plantear hoy.
Otra idea que expresará será que Argentina ha dejado atrás su «experimento populista» evitando una crisis económica y que lo ha hecho dentro de sus instituciones democráticas, algo que no había ocurrido con anterioridad en el país. Para sostener esa afirmación podría incluir los últimos datos macroeconómicos que el Gobierno difundió ayer. Por un lado, que el crecimiento en 2017 fue de 2,8%, el más alto desde el año 2011, y que 13 de los 15 sectores de la economía crecieron a lo largo del año.
Pero Macri hoy estará presionado para dar más que datos positivos sobre la economía. De hecho, ayer los integrantes del bloque Argentina Federal le reclamaron que «plantee políticas claras para solucionar los problemas económicos, principalmente la inflación y el desempleo», tal como exigió el diputado Martín Llaryora (Córdoba). En la misma senda, varias encuestas muestran que la suba de precios se convirtió en la principal preocupación de los ciudadanos, así como una caída en las expectativas a futuro de la opinión pública.
También expondrá datos de la gestión que le envió cada ministro. Por ejemplo, desde Seguridad, Patricia Bullrich, suministró información que sostiene que la tasa de homicidios bajó de 6,6% a 5,5% entre 2015 y 2017. En esa línea, podría clamar por condenas más firmes para los delincuentes que reinciden. De hecho, en Justicia dan por descontado que va a impulsar la reforma del Código Penal que se tratará este año en el Congreso. E incluso se cree que mencionará la reforma penal juvenil, que propone bajar la imputabilidad a los 14 años.
Por último, Macri hará foco en con medidas vinculadas al control de la administración pública, al impulsar proyectos como la nueva ley de Ética Pública. El mandatario quiere transmitir que la renovación se hace de arriba hacia abajo.
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