«Estoy preocupado. Soy el responsable. Hay que poner el pecho y afrontar la situación. No hay que mentirle a la gente ni ocultarse», dijo el DT.
Hacía 78 años que River no sufría la racha que ahora está viviendo en carne propia al perder seis partidos al hilo como visitante. Se nota en las caras, se percibe en el ambiente. La crisis es cada vez más grande y no puede maquillarse.
Lo sabe Marcelo Gallardo. Aunque no encuentra respuestas a tantos interrogantes.
«Tenemos que intentar salir. Renovar la energía negativa que hay. Yo soy el principal responsable. No queda otra que tirar para adelante. El viento en contra que tenemos hay que afrontarlo como venga. El partido del miércoles (ante Flamengo) debe ser el de la levantada», dijo el DT al que se lo vio muy golpeado tras la derrota 1-0 ante Vélez en Liniers.
«Estoy preocupado. Soy el responsable de que el equipo funcione o no. Seguiré en la búsqueda de la respuesta. Hay que poner el pecho y afrontar la situación. No hay que mentirle a la gente ni ocultarse. Yo no hablo de espíritu ni falta de actitud. Yo hablo de juego. Y no se juega sólo con la pelotita», agregó el Muñeco.
El DT insistió en que de este bajón se sale teniendo un buen partido que sirva de plataforma. El problema es que cada vez se dilata más ese encuentro. River quedó en el puesto 20 de la Superliga y podría terminar la fecha más abajo y, si Boca gana, quedará a 24 puntos de la cima.
«Intentaremos encontrar dinámica con un buen partido. Tenemos que hacerlo. Los jugadores deben recuperar la soltura y la frescura para jugar. Iremos por ese partido que nos dé la posibilidad de soltarnos», advirtió Gallardo.
En cuanto a la actuación contra Vélez, el Muñeco valoró algunas ráfagas pero admitió que fueron superados. «No pudimos encontrarnos en el primer tiempo. Demostraron energía, decisión y nos pusieron en dificultad. En el segundo tiempo, cuando estábamos mejor viene la expulsión y todo cambió. Buscamos el empate en el final pero con eso no alcanza».
Enzo Pérez se hizo cargo de la derrota
«Me hago totalmente responsable de la derrota. Fuimos un equipo ordenado, pero nos faltó fútbol. Cuando las cosas van bien, trato de no salir a hablar. Pero cuando las cosas van mal, salgo a dar la cara. Sé que no estoy en el nivel que todos esperan», admitió el mediocampista, que volvía tras una suspensión y volvió a ser expulsado por dos fuertes infracciones.
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