Endoscopía: con casi dos mil prácticas anuales, el gastroenterólogo Daniel Boglietti destacó la seguridad existente en ese tipo de estudios médicos

El reconocido profesional posadeño, analizó además aspectos del caso Pérez Volpin, y consideró importante llevar tranquilidad a la población.

“Es más riesgoso tener un problema con un ascensor que en una endoscopía, en el mundo se realizan miles de estos procedimientos y el índice de complicación es muy bajo”, comentó el médico.

Existen dos tipos de endoscopías manifestó el gastroenterólogo: la digestiva alta que estudia el esófago, estómago y duodeno, y la colonoscopia que busca lesiones al nivel del colon. En el mundo uno de cada mil casos tiene alguna complicación que consiste en la perforación de algún tejido y que requiere de cirugía, la mortalidad por esa perforación es bajísima, y el desafío es diagnosticarla precozmente. Lo que sorprende en el ambiente médico es que las perforaciones en el caso de la legisladora porteña fueron durante una endoscopía alta.

Para proceder a realizar un endoscopía se toma una serie de recaudos que están protocolizados, esto es cuando un grupo de expertos da pautas de cómo llevar adelante un estudio o una cirugía. Las endoscopias en un 99% de los casos se realizan con anestesia general. Si al momento de la intervención se trabaja con un anestesista es menos riesgoso que hacer la endoscopía solo con un gastroenterólogo como se hacía antes. Primero se realiza un electrocardiograma con riesgo quirúrgico con el cardiólogo personal, además un laboratorio con estudio de coagulación.

 

En el caso de la endoscopia digestiva alta, tiene un índice de complicación muy bajo, las estadísticas difieren cuando se realizan con el fin de efectuar un tratamiento, como una polipectomía endoscópica, o cuando el objetivo es dar un diagnóstico como en el caso de la legisladora porteña, donde las probabilidades de complicaciones son aun más bajas.

 

 

 

¿Cuántas endoscopías se realizan en Misiones y cuáles son las principales causas?

 

En Misiones un gastroenterólogo como lo es Daniel Boglietti  realiza entre 1700 y 2000 endoscopías al año lo que corresponde a 40 semanales por medico. De esta cifra uno de cada mil casos presenta algún tipo de complicaciones, aunque afortunadamente jamás han tenido que pasar por la muerte de un paciente.

 

Tanto en nuestra provincia como en el mundo, las consultas gastroenterólogas han aumentado notoriamente, este incremento en la demanda viene de la mano con el ritmo de vida que se lleva. El stress, la tensión, las llamadas enfermedades funcionales, y dentro de estas las que implican la aerofagia que refiere a la ingestión de aire. Esto ocurre por la tensión del día a día, aquel paciente tenso toma aire aunque esté tomando solo agua.

 

Para quienes padecen stress o tensión el doctor recomienda acercarse a un terapeuta y para quienes no le gusta el psicólogo o psiquiatra existe el rol de asesor filosófico. Esta nueva imagen que nace con las enfermedades modernas no cita al paciente a un consultorio, sino lo hace en lugares como la costanera. “La idea es que a través de una charla vos empieces a ver la vida desde otra manera y empieces a hacer cosas que te relajen y den paz” explicó Baglietti

 

 

 

¿Qué le paso a Débora?

 

«La causa de muerte determinada macroscópicamente ha sido congestión y edema pulmonar, neumomediastino y neumoperitoneo», dice el informe de los forenses que apuntan a raíz de esto el ingreso letal de aire en el espacio medio de la caja torácica y en la membrana que cubre la superficie interior del abdomen. Esto quiere decir el ingreso de aire a causa de perforaciones, las cuales se encontraron una en el esófago y otras cinco en el estómago.

 

Para Bogletti, las perforaciones en el esófago son muy poco comunes. “Yo vine en el 92 y nunca perfore un esófago y hace 8 años atrás las endoscopias se hacían sin anestesia, los pacientes tenían arcadas, el endoscopio pasaba chocando contra las paredes y nunca tuvimos perforaciones  de esófagos” apuntó el especialista.

 

En el caso de Débora, se detectó una perforación en el esófago y otras cinco en el estómago, “póngale que tuvo el endoscopista la mala suerte de perforar el esófago, en este caso el órgano se perforaría al entrar el endoscopio a la parte superior, y aquí la endoscopia duro 4 minutos” explicó. Además las siguientes cinco perforaciones gástricas no solo son totalmente inusuales por ser en el estómago, sino que en el caso de Débora se perforó la curvatura menor del órgano la cual ni siquiera es observada, porque el endoscopio va por la curvatura mayor. Aquí en el estómago las perforaciones detectadas fueron de hasta 5 cm, lo cual también resulta extraño porque no suelen superar el centímetro.

 

Viendo que ninguno de los factores que provocaron el paro cardiorespiratorio de Débora Pérez Volpin son normales, ¿Qué sucedió dentro del Sanatorio Trinidad? “Se está apuntando a que hay algo del endoscopio que se rompió y provoco esto o que hubo una patología que  produjo esas operaciones que bloquearon el conducto y con la insuflación se desbloquearon y apareció el aire” apuntó el gastroenterólogo Boglietti

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