Fin de un sueño: Quiso escalar el Aconcagua a los 83 años, pero no le permitieron seguir

Al llegar al primer campamento, las autoridades consideraron que la travesía era demasiado riesgosa para Elisa Sampietro.

Final del desafío de Elisa Sampietro de Forti, la maratonista de 83 años, que se animó a intentar la cumbre del Aconcagua (6.969 metros): no le permitieron continuar con el ascenso por su cansancio físico.

La decisión lo tomó el personal médico, los guías y guardaparques del Aconcagua, que deben asegurarse que los escaladores estén en buenas condiciones para la escalada que demanda en promedio una semana. Adela, comenzó su expedición el 19 de febrero, con su nieto Lihuel. En su ruta hacia la cumbre, arrancó por la laguna de Horcones, en la localidad cordillerana de Puente de Inca, y llegó al primer campamento base, Confluencia (3.200 metros), donde permaneció tres días para aclimatarse a la altura y descansar. Su idea era seguir camino hasta Plaza Francia (4.000 metros). Pero se lo negaron para no poner en riesgo su salud. Ella estuvo de acuerdo y participó de la decisión de abandonar el desafío extremo.

“Elisa ya está descendiendo y en perfecto estado de salud”, informó el jefe de Alta Montaña de Mendoza, Pablo Perelló. Es parte de la rutina del Aconcagua, los deportistas que deben abandonar la ruta antes de conseguir la meta. Muchos deben descender por problemas de falta de oxígeno por la altura y el esfuerzo físico.

Lo mismo ocurrió con Susana Buffoni Montero (72) y su nieto Santiago Virovoy (14), originarios de Villa María (Córdoba), que a principios de febrero intentaron juntos la cumbre del Aconcagua y no lo consiguieron. “No pude hacer cumbre porque se me bajó la presión, pero llegué al campamento Plaza de Mulas (4.500 metros), lo que es bastante para mi edad”, contó Susana. Su nieto, logró escalar el cerro Bonete (5.000 metros) y más adelante intentará el Aconcagua. Sobre su experiencia, rescató: “Fue muy positivo. Llegué hasta donde la montaña me permitió”.

En el caso de Elisa, fueron sus familiares quiene confirmaron en Facebook que terminaba la travesía. «Los organizadores de Summit Aconcagua nos han comunicado que las autoridades del Parque Aconcagua, representadas por el Jefe de Guardaparques Daniel Cucchiara, no han autorizado el ascenso de Elisa, desconocemos los motivos de esta decisión», comentaron. Y afirmaron que más allá de la contingencia, ha sido satisfactoria la experiencia para la atleta: «Elisa como su nieto Lihuel se encuentran en perfecto estado de salud. Si bien están tristes y desilusionados por no poder continuar con esta aventura, están felices por la experiencia vivida y ahora mandando toda la fuerza y energía para quiénes continúan en este desafío».

Elisa practica deportes desde joven pero comenzó a correr maratones a los 72 años cuando enviudó. Desde entonces lleva corridas alrededor de 65 carreras de 31 y 28 kilómetros, en diferentes lugares de Argentina, Italia y España; y durante tres años seguidos, logró hacer a pie el cruce de los Andes. “Me gusta la naturaleza, yo nací en la montaña”, dijo Elisa en una entrevista. Y no es darse por vencida: “Nunca cierro la puerta antes de intentarlo”.

La mujer fue elegida por Summit Argentina para integrar el equipo de 10 deportistas que lleva hacia la cima la bandera de los Juegos Olímpicos de la Juventud, que se realizarán en Buenos Aires en octubre. La expedición dura 18 días en total; el 19 de febrero comenzó el ascenso al Aconcagua por la ruta normal y el grupo intentará hacer cumbre entre los días 1° y 5 de marzo.

Entre los integrantes están deportistas destacados por sus historias de superación, como la medallista olímpica Paula Pareto, el triatlonista adaptado, Pablo Giesenow, quien usa dos prótesis en lugar de las piernas que perdió en un accidente automovilístico; el maratonista y ex combatiente de Malvinas, Fernando Marino; y Ezequiel Baraja integrante del equipo de rugby carcelario,los espartanos.

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