Salió a la luz el último parte de novedades del ARA San Juan con todas las fallas y faltantes del submarino antes de zarpar

El último reporte que el Capitán de Fragata Pedro Martín Fernández remitió a sus superiores en setiembre de 2017 daba cuenta de todas las fallas que tenía en ese momento el submarino ARA San Juan, desaparecido con sus 44 tripulantes desde el 15 de noviembre.

La gran mayoría de los faltantes de material o mecanismos defectuosos no presuponen un peligro inmediato para la seguridad de la nave y su tripulación, pero algunas dan cuenta de elementos de seguridad vencidos hace años y demuestran que por pura «vocación de servicio» sucesivas tripulaciones se hicieron a la mar en condiciones muy distantes de las ideales.

Las fallas abarcan prácticamente todos los sistemas y mecanismos de la nave, desde el motor principal y el timón, hasta la cocina y los sanitarios.=

Elementos faltantes y hasta el sutil reclamo por la excesiva cantidad de meses que habían transcurrido entre la última entrada a dique seco – la que debía ser efectuada cada 18 meses- y no se realizaba desde hacía 43 meses.

Un repaso de los pendientes informados por el comandante permite establecer fallas inherentes a sistemas netamente operativos en el aspecto táctico militar, otros que hacen a la habitabilidad y confort de la tripulación y algunos que refieren a fallas de mecanismos auxiliares y principales que tal como declara el comandante no comprometen la seguridad náutica de la unidad.

En este sentido, una falla en el periscopio de observación si bien afecta la misión de vigilancia del submarino, puede ser salvada merced al profesionalismo de la tripulación. Fugas de aceite y/o agua de los motores demandarán mayor observancia del funcionamiento por parte de los maquinistas pero en modo alguno implican un riesgo inminente y el funcionamiento defectuoso del sistema de guiado de torpedos (filoguiado) solo es perentorio en una situación de combate o entrenamiento con disparo de torpedos.

No obstante, en el informe el Capitán Fernández hace expresa mención a la cantidad de años que llevan vencidos los equipos de salvamento de la tripulación, la extrema carencia de unidades generadoras de oxígeno, la falta de certificación de las escotillas, el vencimiento de la pirotecnia (bengalas de auxilio) y hasta faltantes en los elementos de atención sanitaria de emergencia.

A juicio de expertos y peritos navales, estos ítems deberían haber bastado para que el Comando de Fuerza dispusiera la anulación de la zarpada si bien –reiteran- la larga lista no incluye fallas de gravedad en el sistema de baterías o en el snorkel, aunque sí, según el comandante, las válvulas de casco que conectan el interior del submarino con el mar exterior presentan filtraciones.

Un punto que llama especialmente la atención, es que dada la condición de «no certificación» de las escotillas de rescate exterior, en caso de haber sido ubicado el submarino, esta falta de certificación debería haber sido puesta en conocimiento de los eventuales rescatadores ya que una falla en el sistema de estanqueidad en el sistema de acople de las mismas, hubiera implicado un severo riesgo tanto para el San Juan como para la unidad sumergible de rescate.

(Infobae)

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