Cuaresma: el Obispo de Rubén Martínez instó a “tener una fe comprometida de manera real”

Con la misa de miércoles de ceniza, Monseñor Juan Rubén Martínez dio inicio  a la Cuaresma en la diócesis de Posadas. La misa fue celebraba en la Iglesia Catedral San José y concelebrada por los sacerdotes Sebastián Escalante y Miguel Moura.

En una ceremonia muy emotiva y cargada de simbología, comienza un nuevo tiempo litúrgico y de preparación. Durante la  homilía, el obispo de la diócesis de Posadas, explicó los símbolos propios de la cuaresma como el color violeta y la importancia de la ceniza en la frente de los cristianos. Además también hizo la presentación de la Carta Cuaresmal Pastoral cuyo título es “La dimensión social y los pobres en el camino discipular”.

Realizo un llamado a la reflexión, y al observar cómo vivimos la fe los cristianos. “La cuaresma es un tiempo de reflexión, de silencio, de observarnos y de ver qué lugar ocupa Dios en nuestras vidas”, además añadió “la liturgia nos va guiando a través de las lecturas, y es ahí donde obra Dios, cuando abrimos nuestro corazón, Dios puede obrar. Es un tiempo especial que nos permite revisar nuestra condición como cristianos “

Como todos los años, Monseñor escribió para este tiempo especial una carta pastoral y en ella nos invita a ser parte de una fe comprometida y cercana a los que más sufren, los pobres “queremos vivir y tener una fe comprometida de manera real, donde Dios sea el Dios de nuestras vidas y nosotros nos comprometamos de verdad con el hermano que sufre. Considerando que muchas veces nos pasa a los cristianos que manifestamos nuestra fe y se transforma en algo individualista. La fe sin la dimensión social no es buena, por eso es clave que tengamos nuestra mirada puesta en el que sufre y hagamos hasta lo imposible por ayudarlo”.

Además también hizo una advertencia sobre la fe pagana o la fe sin sentido: “Dios tiene que ser Dios en nuestra vida. Al cumplir con el precepto dominical que es fundamental, queremos celebrar que el día domingo, que esel día  en el que Cristo Resucitó y lo celebramos poniendo nuestras vidas. Es importante que sepamos que corremos el riesgo de que nuestra fe se convierta en una religión pagana, si lo hacemos solo al cumplir al pie de la letra las cosas, pero sin mirar al hermano que está al lado. Es por eso que la cuaresma es un tiempo para preguntarnos como vivimos nuestra fe y la dimensión social de la fe.Es un tiempo para volver a Dios y volver a mirarnos.

Para finalizar la homilía, Monseñor invito a todos a leer la carta pastoral y también a reflexionar en este tiempo especial de cuaresma, abriendo los corazones para que Dios pueda obrar.

 

 

 

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