Echan al secretario de Seguridad de La Rioja y al jefe de Policía por la muerte de un cadete

En su primer día en la academia lo sometieron a casi 12 horas de malos tratos. Fue internado junto a 11 compañeros y no sobrevivió. Hay cuatro comisarios y cuatro oficiales presos.

Eran las cuatro de la tarde y en La Rioja había 40 grados de sensación térmica. Se suele decir que la tierra se raja de tanto calor. Y Emanuel Garay (18) estaba sobre un piso de hormigón que quemaba como la terraza del infierno. Había pasado dos horas parado al rayo del sol y sin tomar agua. La mañana había sido igual. A los que tenían sed, les habían dicho que podían tomar el agua de los inodoros. Y algunos lo hicieron. Parecía un entrenamiento de fuerzas especiales y era apenas el primer día de la Escuela de Policía de La Rioja, que terminó con uno muerto -Emanuel- y al menos otros once cadetes internados, dos de ellos aún en grave estado.

“No lo ayuden. Si se tiene que morir, que se muera”, ordenó uno de los instructores cuando Emanuel cayó, el lunes. Tras cinco días de agonía, murió en la madrugada de ayer. Antes de entrar a convulsionar, estuvo media hora desvanecido al sol, según denunció su hermano, Adrián Garay (26). Ni los rabiosos entrenadores del BOPE brasileño en la película “Tropa de Elite” llegaron a ese extremo.

“Mi hijo salió de casa a las 5.30 de la mañana (del lunes pasado), volvió a las 13 y regresó a la escuela a las 14.30. A las 18 me dicen que estaba en coma. Los tuvieron en el rayo de sol y lo más grave es que los instructores les dieron poder a los cadetes de segundo año, quienes se ensañaron con las chicas”, denunció Roque Garay (55), papá de Emanuel y policía retirado. “Les pegaban, las molieron a palos e incluso las hicieron tomar agua del inodoro, las arrastraron de los pelos”, agregó. Y contó que a algunos les pisaron la cabeza sobre el asfalto caliente. El hombre contó que una de las cadetas está internada con desprendimiento de riñón. En tanto, en la madrugada de ayer otro cadete, Luis Oropel (25), fue derivado a un hospital de alta complejidad de Córdoba por su delicado estado de salud.

Tras la muerte de Emanuel, ocho policías quedaron detenidos imputados por homicidio, por orden del juez Mario Martínez. Cuatro de ellos son comisarios y otros cuatro, instructores de la Escuela de Policía. En el gobierno de La Rioja también esperaron la noticia de la muerte para reaccionar. Recién ayer, y tras los pedidos de la familia Garay y de los otros jóvenes internados, anunciaron la remoción del jefe de Policía, Luis Páez, y del secretario de Seguridad, Luis Angulo. El gobernador Sergio Casas prometió que hará “hasta lo imposible para llegar a fondo con los responsables”.

El viernes, el último parte médico de Emanuel decía que se encontraba “en estado crítico, con pronóstico reservado y un seguimiento de hora a hora”. Pero entre la noche y la madrugada de ayer sufrió dos paros cardíacos. Los médicos pudieron reanimarlo, pero quedó prácticamente sin posibilidades de continuar con el tratamiento, según informó Télam. El joven no resistió el tercer paro.

Cerca de las 2, la familia de Emanuel recibió un llamado desde el hospital Vera Barros con la peor noticia y un pedido. Según denunció Adrián, los médicos les dijeron que fueran urgente porque los estaban “presionando para que firmaran un certificado de defunción en blanco”.

La familia fue de inmediato y pudo evitarlo. “Mandaron gente que no pudimos identificar y les decían a los doctores que si no firmaban un acta en blanco los iban a meter presos, pero ellos se resistieron”, contó Adrián y agregó: “Estaban buscando tapar todo”. El hermano también recalcó que Emanuel “había pasado todos los exámenes médicos y psicológicos” para entrar a la Fuerza, que era deportista y que luego se “buscó instalar que había sufrido otro problema”.

“Los tuvieron a los chicos sin agua durante cuatro horas. Mi hijo se entrenó durante tres meses para ingresar a la escuela y no tenía ningún vicio, es un chico sano, lo reventaron”, se lamentó Roque, el papá.

Según denunciaron otros cadetes, cuando el joven cayó al piso lo dejaron tirado durante media hora. Nadie se acercó a brindarle primeros auxilios. “Posiblemente lo hubieran salvado”, se lamentó su hermano.

El fiscal general Hugo Montivero detalló que Emanuel estuvo asistido “con respiración mecánica” durante su internación y que además de su estado de deshidratación y problemas en los riñones tenía “un cuadro de descomposición general”. Ayer, los investigadores solicitaron el informe médico del chico para realizarle la autopsia al cuerpo.

Luego del escándalo, el gobierno riojano suspendió los ingresos a la Escuela de Policía. En tanto, el abogado de la familia, José Azcurra, dijo que serán querellantes particulares y responsabilizó al Estado provincial por lo ocurrido. Además, dijo que las víctimas fueron 17 y no 12, como informó la Policía.

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