En la última bola de la noche, Crucero se quedó con las manos vacías en Santiago del Estero

Central Córdoba logró dar vuelta el resultado y terminó festejando de manera agónica sobre Crucero del Norte por 2 a 1, en el primer partido de la segunda fase del Torneo Federal A. Enzo Bruno, sobre los 6 minutos adelantó a la visita, pero 30’ Diego Jara lo empató y cuando parecía que el partido se terminaba con ese marcador, sobre los 47’ Pablo Ortega puso el 2 a 1 definitivo.

En los primeros instantes del partido, ninguno de los equipos podía adueñarse de la pelota, sin embargo la visita golpeó de entrada. Sobre los 6’ Vera Oviedo perdió la pelota en sector defensivo por la presión de Rivas quien lanzó un centro perfecto a la cabeza de Enzo Bruno quien con un certero frentazo puso el sorpresivo 1 a 0.

A partir de allí el Ferro “entró en partido” y con cierto desorden fue en busca del empate, ante un Crucero que atinó a refugiarse en su campo y tratar de lastimar de contra.

En ese contexto, el Ferroviario dispuso de varias ofensivas pero careció de profundidad para lastimar. Sin embargo, sobre los 30’ apareció Diego Jara para marcar el 1-1 (luego se retiró por dolores en su pierna derecha y en su lugar ingresó Matías Pato), resultado que le quedaba mejor al partido y hasta tuvo algunas chances más como para dar vuelta el resultado, pero no lo logró.

Estuvo muy cerca con un desborde de Bucci que no llegó Cuevas, luego la tuvo Pato en un mano con Tucker que respondió muy bien Argüello

En el complemento, Crucero se paró unos metros más atrás intentado cerrarles todos los caminos al Ferro y por momentos esa misión le salió bien.

Central Córdoba, por su parte, siempre fue el que quiso más intentando llevarse a su rival por delante, con más ganas que orden táctico.

El DT del local, Gustavo Coleoni, movió el banco y mandó a la cancha a Cristian Vega y Pablo Ortega para tener un mayor peso ofensivo y comenzó a crear otras opciones con Vella, Cuevas y Pato llegaron con claridad, pero Argüello fue una verdadera muralla. Crucero pobló la zona media con los ingresos de Suárez y Siergiesuk, donde fue un equipo combativo, peleando cada pelota y de a poco, hizo su negocio.

Los minutos fueron transcurriendo con la desesperación de la gente y de los propios futbolistas locales y el cierre fue intenso, pero Crucero lo “durmió” al rival, y se llevaba un punto magnifico del barrio Oeste, pero en el cuarto minuto adicional, apareció Pablo Ortega con una gambeta infernal dentro del área para decretar el 2-1 definitivo, para el delirio de su pueblo.

Luego no hubo tiempo para más y de esa manera Central Córdoba se encontró con un triunfo sacado de la galera, que le permite soñar despierto.

Fuente: El Liberal.

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