Sigue el misterio: Rastrillan con perros el aeropuerto de Ezeiza para buscar a la mujer china desaparecida

Sun Zhong Qin tiene 65 años y fue vista por última vez el 20 de enero. Creen que no salió del predio del aeropuerto.

 

Imágenes perdidas. Eso es lo único que tiene la causa por la desaparición de Sun Zhong Qin o “María”, como le decían en Argentina. Es la ciudadana china que está desaparecida desde hace más de 10 días, cuando salió del aeropuerto de Ezeiza tras un vuelo desde Shangai.

 

Ahora la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) rastrilla con perros los alrededores del aeropuerto de Ezeiza y el predio mismo.

 

En un principio se había dicho que la vieron en la parada del Arbus. Pero los investigadores siguieron su trayecto con otras cámaras en la ciudad de Buenos Aires y detectaron que se trataba de otra asiática.

 

Lo concreto es que María pasó por Migraciones, dejó sus valijas en la Terminal A y la última vez que es captada por las cámaras de Ezeiza estaba en la playa de estacionamiento de los empleados. El lugar está delimitado para que quienes trabajan en el aeropuerto no estacionen cerca de los autos de los turistas.

 

La gran cantidad de efectivos de la PSA destinados a esta búsqueda llama la atención. Un operativo de esta magnitud sólo se activa cuando hay una pista firme. «Está acá o está acá», es la frase que trascendió, según TN, desde altas fuentes de esa fuerza.

 

Se supone que María se pudo haber caído en un pozo en ese camino o que puede estar perdida entre los árboles. Es por eso que el rastrillaje abarca hasta dos kilómetros a la redonda del último punto en el que se ve a la mujer.

 

Los oficiales de la división canina de la PSA fueron hasta la casa del hijo de María –ella vive desde hace 10 años en Villa Urquiza– para llevarse ropa de la mujer desaparecida y adaptar el olfato de los perros para detectar su rastro.

 

La ciudadana china de 65 años aterrizó en Ezeiza el 20 de enero a las 22.25 desde el vuelo TK015 de Turkish Airlines. Según Marcelo Sansone, el pasajero que viajó junto a ella en el avión, contó  la mujer estaba «totalmente desorientada y la gente de la aerolínea no supo darle atención».

 

El testimonio que Sansone dio a este diario resultó de tal importancia para la causa que el pasajero tendrá que declarar este lunes a las 10 de la mañana en la Fiscalía 2 de Ezeiza, a cargo de Carlos Hassan.

 

«Estábamos a 5 metros del baño del avión, la señora iba y cuando salía se iba para el otro lado. No sabía dónde estaba su asiento. Mi mujer (Roxana) la tenía que ir a buscar», relató a este diario.

 

«Nuestro inglés es nulo, la señora se hacía entender con el español. Pero 3 veces llamamos a la azafata para que la contengan. No supieron qué hacer. Es fácil tener un protocolo con alguien que está violento, pero ¿qué hacés cuando alguien tiene un ataque de ansiedad? No se dieron cuenta del estado de la mujer», siguió.

 

Pero el pasajero pone el acento en que María «no se veía como una persona loca. Era muy amable. Simplemente estaba ansiosa. Le agarró cuando faltaban 13 horas para aterrizar en Argentina. No paraba de repetir: ‘¿Falta mucho para llegar?'».

 

Antes Sansone había relatado cómo ayudó a la mujer una vez en tierra: “Cuando bajamos del avión, la ayudamos a pasar por Migraciones y la acercamos al sector donde se retiran las valijas. Agarró la de ella y le dijimos que nos espere, que agarrábamos las nuestras y la acompañábamos, pero cuando volvimos no estaba más”.

 

Una hora después, se ve a María en la playa de estacionamiento de los empleados.

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