Los patios laten en la fiesta de Don Bosco

Se cumplen 130 años de una muerte tal semilla de las escrituras, que logró germinar a pesar de las circunstancias y que generó una misión evangelizadora y educativa que trascendió en los tiempos y perdurará gracias al latir de los patios de cada obra salesiana.

Las propuestas educativo-pastorales responden al deseo de Don Bosco de formar “buenos cristianos y honrados ciudadanos” en cada uno de sus colegios, centros de formación profesional, centros juveniles, proyectos de intervención social para jóvenes en riesgo de exclusión e inmigrantes, parroquias, casas de acogida. El objetivo es que los jóvenes tengan la oportunidad de desarrollar sus potencialidades e insertarse en la sociedad.

El Consejo de Refugiados de Noruega ha denunciado que la crisis de Sudán del Sur es una de las más desatendidas por la comunidad internacional; es por ello que los salesianos misioneros, algunas Procuras Salesianas y Misiones Salesianas se han sumado para apoyar a Sudán del Sur y sobre todo para que la comunidad internacional ponga freno a una de las mayores tragedias de hoy.

Un país que fue mundialmente conocido por la foto ganadora en 1994 del Premio Pulitzer de K. Carter “La niña y el buitre”, la cual expone crudamente el problema del hambre y la pobreza; un buitre tal capitalismo y la niña que representa la vida que viven millones de personas en Sudán.

En los centros de refugiados de las Naciones Unidas, viven personas de las más variadas razas y tribus, costumbres y diversas confesiones religiosas, nuestros hermanos salesianos consiguen ser para muchos de ellos, lo que fue don Bosco para sus jóvenes de Valdocco. Allí madres y niños tienen muchas ganas de aprender y de jugar, tienen vida a pesar que sus esposos o padres, murieron en los combates.

Hoy, siglo XXI, los “patio de Valdocco” como siempre están anexos a una capilla, poseen rasgos totalmente africanos, y se trabaja para dar inspiración y esperanza a las personas gracias al aprendizaje de algún oficio como albañilería, instalaciones eléctricas, electrónica, trabajo en madera y otros elementos, administración, secretariado etc.

Sudan del Sur es un país de 12 millones de habitantes, rico en petróleo y llamado “el más joven del mundo” por haber firmado su independencia el 9 de julio de 2011 tras una guerra de 22 años. En los últimos 4 años, ha permanecido en guerra civil a pesar de haber firmado un acuerdo de paz. Allí, como en demás países de África donde guerra y hambre se han convertido en binomio histórico, está la presencia salesiana sirviendo en los campos de refugiados. Casi la mitad, están sufriendo hambre, unos 2 millones han huido a países vecinos y otros tantos se desplazaron dentro del mismo. Todo ello provocó que el 45% de la población tenga menos de 14 años y haya sufrido y vivido toda índole de violencias.

La ONU la declaró como hambruna usada contra civiles como arma de guerra, en “una guerra inducida”. Su actual Secretario General Guterres enunció: “El mundo ha retrocedido en aspectos fundamentales”; su predecesor Ban Ki Moon ya había alertado: ” Nos enfrentamos a la mayor crisis de refugiados y desplazamiento de nuestro tiempo; y sobre todo, ésta no es solamente una crisis de números; es también una crisis de solidaridad”.

Los papas Pablo VI y Francisco, visitaron la sede de la ONU. El primero alertó sobre las terribles armas que dio la ciencia que además de causar víctimas y ruinas, crean pesadillas, negras resoluciones, exigen enormes gastos deteniendo proyectos de solidaridad y de trabajo útil; el segundo , luego de 50 años, reclamó a todos los gobernantes una voluntad efectiva, práctica, constante, de pasos concretos y medidas inmediatas, para preservar y mejorar el ambiente natural y vencer cuanto antes el fenómeno de la exclusión social y económica, con sus tristes consecuencias de trata de seres humanos, comercio de órganos y tejidos humanos, explotación sexual de niños y niñas, trabajo esclavo, incluyendo la prostitución, tráfico de drogas y de armas, terrorismo y crimen internacional organizado.

Según UNICEF en ésta situación catastrófica, los niños siguen siendo los más afectados; con más de dos millones que no van al colegio, otro millón sufren de desnutrición aguda y un tercio de ellos con desnutrición aguda grave. Una realidad que obviamente requiere una respuesta salesiana.

Los salesianos acogen en sus parroquias: “En nuestro recinto de la iglesia tenemos a más de 2.500 personas acogidas y nuestra parroquia también llega a los miles de desplazados en varios lugares dentro de la ciudad”, asegura el P. Shyjan; fue hace unos meses cuando el Santo Padre recordó: “Los conventos vacíos no son nuestros, son para la carne de Cristo que son los refugiados”.

Francisco presidió una vigilia de oración por la paz en Sudán del Sur y el Congo y habló de “Esparcir con nuestra oración semillas de paz”.

Los misioneros salesianos están durante el conflicto, pero también se quedan para ayudar en la reconstrucción y la reconciliación; son testigos de lo ocurrido en la guerra e incansables en la defensa de los derechos humanos.
“Estamos estudiando la posibilidad de un viaje a Sudán del Sur”, le respondió el papa a un seminarista nigeriano. “Sigan caminando con valentía a su lado, acompáñenlos y háganse guiar por ellos: los refugiados conocen los caminos que llevan a la paz porque conocen el olor acre de la guerra”, Francisco.

“Solo la fe nos puede iluminar, sólo el amor puede ser la respuesta”, expresó el primer misionero salesiano japonés en Sudán del Sur, el clérigo salesiano Chihiro Morito.

Los patios laten en la fiesta de Don Bosco formando “buenos cristianos y honrados ciudadanos”, removiendo las causas de la miseria y construyendo puentes de fraternidad.

Recemos por el sucesor de Don Bosco, sus religiosos retirados que nos comparten su alegría, sabiduría y esperanza, sus misioneros, los integrantes de las ramas de la familia salesiana y por nuestro papa Francisco.
Gabriel Alsó – ex alumno salesiano.

Fuentes: infoans.org – un.org/spanish/News/s – missionnewswire.org/south-sudan-salesian-missionaries