La desregulación del mercado de de cambios que entrará en vigencia en marzo permitirá a los comercios que cumplan con ciertos requisitos, comprar y vender moneda extranjera. Gerardo Alonso Schwarz, economista del IERAL, anticipó que la medida generaría un incremento de competencia en el mercado del comercio de divisas, lo que redundaría en una reducción de costos. Resaltó que para hoteles y restaurantes se abrirá la posibilidad de cobrar en dólares, reales o guaraníes, lo que sería particularmente ventajoso en zonas de frontera como Misiones.
Para el economista jefe de la regional NEA del instituto Ieral – Mediterránea, la medida incluida en el mega decreto de Macri resulta especialmente atractiva para comercios ubicados en zonas de frontera, dado que permitirá dinamizar los intercambios comerciales al habilitar a los comercios a recibir moneda extranjera y con ello aprovechar oportunidades de venta que hasta ahora pasaban por alto.
“Comercios, restaurantes, hoteles ahora legalmente podrán recibir moneda extranjera, hasta ahora solo podían recibir pesos. Si un brasileño o un paraguayo quieren comprar hoy en un comercio misionero debe hacerse de pesos porque ningún comercio está habilitado para recibir moneda extranjera, al menos no de manera legal. El fin de esta restricción representa una ventaja porque permitirá aprovechar oportunidades de venta”, señaló.
Indicó además que la posibilidad de que los comercios puedan vender y comprar divisas incrementará la competencia en ese rubro, lo que redundaría en una baja en los costos administrativos y de operación que actualmente están muy altos y eso a su vez se debería traducir en precios más bajos.
Destacó además que las casas de cambio podrán dedicarse al comercio exterior, a la liquidación de dólares provenientes de la exportación, lo que hasta ahora podían solamente hacer los bancos. “Eso también implica más competencia y seguramente menores costos en todos estos procedimientos de importación y exportación”, dijo.
Advirtió empero que para poder operar con moneda extranjera, los comerciantes deberán cumplir con ciertos requisitos, como inscribir a sus empresas en un registro, para evitar posibles maniobras de lavado de dinero.
De hecho, el Banco Central ya publicó los requisitos para ingresar al nuevo sistema y quedó a la vista que el acceso será más restringido de lo que muchos suponen, lo que sugiere que el régimen del “dólar kiosco” -al menos en una primera etapa- abarcará un universo limitado de jugadores nuevos.
A través de 23 páginas de la Comunicación A 6443 el BCRA detalló las condiciones que deben cumplir las personas físicas y jurídicas que deseen sumarse como operadores de cambio. El texto y sus anexos permiten anticipar que sólo quienes estén familiarizados con estas operatorias podrán tramitar la autorización.
Pero habrá algunos jugadores que correrán con ventaja. Serán los que ya están vinculados a servicios financieros (cobro de facturas, remesas de dinero) y algunos comercios tradicionales (supermercados, cadenas de electodomésticos) que mueven abultados volúmenes de facturación y cuentan con sistemas propios de seguridad y transporte.
Empresas como Rapipago o Pago Fácil están a la cabeza de los favoritos. Más de la mitad de las facturas de distintos servicios (pese al desarrollo de la operación bancaria digital) se paga en efectivo a través de ventanillas en bancos y redes de cobro. En algunas cadenas de supermercados ya hay sucursales de esas firmas que operan cobrando las boletas a los clientes.
Western Unión (que le compró Pago Fácil al grupo Macri en 2006) es líder en remesas de dinero al exterior. Y también califica para entrar al mercado de cambios.
Los hoteles que reciben turistas podrán tener su propia oficina en lugar de que el cambista siga siendo el conserje en el mostrador (en «blue», obviamente).
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