Tribunales Penales de Posadas: sin jueces suficientes y con una Fiscalía vacante, la situación es acuciante y necesita soluciones urgentes

Una de las materias pendientes tanto del Superior Tribunal de Justicia como del Consejo de la Magistratura misionero es normalizar el trabajo en los tribunales penales de Posadas. Por falta de jueces, en un caso, y de fiscal, en otro, la actividad de los cuerpos juzgadores se vio perjudicada a lo largo de todo 2017.
El remedio que encontraron en ambas reparticiones fue la realización de juicios abreviados. Claro que para que los procesos penales se resuelvan de esa manera se debe contar con la admisión de culpa por parte de los acusados y de un acuerdo en el monto de la pena entre la Fiscalía y la defensa. Se da en muchos casos, pero no en todos.
En la Primera Circunscripción Judicial, que se extiende desde Posadas hasta Gobernador Roca por la ruta nacional 12 y hasta Alem por la 14, funcionan dos TP. Todas las causas que son elevadas a debate oral por los juzgados de Instrucción terminan allí, donde empieza una nueva serie de trámites: la revisión integral del expediente, el llamado a las partes a juicio, la producción de pruebas, las eventuales instrucciones suplementarias, la resolución de los planteos preliminares de las partes, la fijación de la fecha de debate, la citación de los testigos, la realización del juicio, el dictado de la sentencia, la respuestas a los planteos de casación y la ejecución de la pena. Es decir, es una cantidad de trabajo importante.

La situación más acuciante se vive en el Tribunal Penal Dos. Ese cuerpo estaba integrado por los camaristas Roque González, Juan Calvo y Alfredo Escribano. El último de los mencionados falleció. Calvo, en tanto, se encuentra con licencia por cuestiones de salud. Estas situaciones hicieron que el único que se mantuviera en funciones, durante un largo período de tiempo, haya sido González.
González debió recurrir a la subrogancia de sus colegas del TP Uno para poder sacar algunas sentencias. Fue un trabajo titánico y agotador.
En el segundo semestre de 2017, y luego del concurso pertinente, Gregorio Busse, quien era subjefe de la Secretaría de Apoyo de Investigaciones Complejas del Poder Judicial, fue elegido por el gobernador para ocupar la vacante dejada por Escribano.
Con Busse en el cargo de camarista, el TP2 dictó unas 15 sentencias en juicios abreviados. La sumatoria total del año dejó un balance de poco más de medio centenar de fallos en ese cuerpo. Debates orales casi no hubo. Sin jueces, fue un milagro que se haya llegado a la cantidad de sentencias que hubo. Esto habla de que tanto los funcionarios como los empleados de la dependencia hicieron un gran esfuerzo para llevar adelante su labor.
¿Cómo se vislumbra el panorama para 2018? Trascendió que el juez González estaría tramitando su jubilación. Es decir que en unos meses el TP volvería a quedarse con un solo integrante, Busse.
En el TP 1 la situación fue un poco mejor, aunque también tuvo sus complicaciones. Sacaron 60 fallos en juicios abreviados. Debates orales hubo dos o tres, un número bajísimo para un año. En el caso de este tribunal, la complicación surgió con la designación de la fiscal de cámara Liliana Picazo como ministra del Superior Tribunal de Justicia. Las causas que podían ser llevadas a proceso oral quedaron a la espera de que otro funcionario tome la posta de Picazo. En algunos expedientes subrogó el otro fiscal (el del Tribunal Penal Dos), Rolando Oliva.
Completar las vacantes que faltan y llevar adelante un plan para que con los camaristas en funciones se lleven adelante los juicios es una misión difícil pero no imposible que el Poder Judicial y el Consejo de la Magistratura tienen entre las prioridades cuando en febrero se retomen las actividades tras la feria de verano.

LA REGION

NACIONALES

INTERNACIONALES

ULTIMAS NOTICIAS

Newsletter

Columnas