Jóvenes obereños denuncian que fueron golpeados por policías en Ituzaingó

Un grupo de jóvenes oriundos de Oberá, se encontraban vacacionando en la localidad correntina de Ituzaingó cuando vivieron un lamentable episodio que los marcó.  Denunciaron que fueron víctimas de un accionar de extrema violencia por parte de un grupo de agentes de la Policía de Corrientes quienes, confundiéndolos con otros muchachos que habían cometido una contravención, les propinaron una brutal paliza.

Los hechos ocurrieron el pasado domingo 7 de enero pasadas las 7 de la mañana, cuando los jóvenes misioneros volvían del Parador Hope de Ituzaingó en un auto que era conducido por una chica oriunda de dicha localidad.

Fernando G., uno de los muchachos que fue víctima del brutal ataque, contó detalles: “nos encontramos en el barrio Mil Viviendas con dos de nuestros amigos que iban en un auto que había cruzado a contramano y la policía los seguía, el dueño del vehículo que iba contramano abandona el auto y huye. Ahí, un policía detiene a uno de mis amigos (Rodrigo M.) y lo tira arriba del capó de un auto y empieza a pegarle creyendo que era el que escapaba”

Fernando G. entonces, con sus otros amigos, bajó del auto para defenderlo de la agresión policial: “el policía no dejaba de pegarlo, entonces un amigo que había bajado conmigo (Patricio P.) decide filmar para que actúen correctamente; al ver los tres policías que los filmábamos empiezan a tratar a Rodrigo correctamente y a explicarnos el porqué de la detención pero ahora sin agresiones y con respeto”

Tras suceder eso, siempre según el relato de G., llegó una camioneta policial llena de policías que se bajaron y empezaron a pegarles a los jóvenes sin explicación alguna.

“Nos ponen las esposas, nos tiran adentro de la camioneta y nos trasladan a la comisaría. Una vez en la comisaria nos tiran al piso, y nos empiezan a pegar de una forma inentendible”, agregó el denunciante.

 

Una paliza brutal en la comisaría

Según el relato de Fernando les escupieron, les patearon, y se rieron todo el tiempo.

“A Rodrigo con las esposas puestas lo arrastran del pelo por todos lados (hay fotosen las cuáles se observa que tiene partes sin pelo). Nos pegaban mientras nos decían: “Van a sangrar, van a sangrar hijos de puta (sic), obereños de mierda (sic)”.

Después de esa paliza brutal los muchachos fueron llevados a la parte trasera de la comisaría en donde les hicieron poner de rodillas con las esposas puestas mirando hacia la pared.

“Se turnaban para pegarnos patadas y piñas diciendo «ustedes son los doctorcitos, los abogados», estuvimos así alrededor de una hora con la amenaza de no movernos y no mirar hacia el costado porque pasaban los policías y nos pegaban sin razón en todo el cuerpo. Luego de la hora de estar arrodillados y recibiendo golpes en todos lados nos trasladan empujando hacia una celda, a Rodrigo lo llevan de los pelos arrastrando por el piso. Estuvimos media hora en la celda y nos trasladan hacia el hospital para que una médica nos revisara si teníamos golpes”, contó.

 

Al hospital

Durante el traslado los jóvenes habrían sido advertidos de no contar exactamente lo que sucedió.

Al ver la cantidad de golpes que tenían en todo el cuerpo los médicos preguntaron a los jóvenes qué sucedió con la presencia intimidante de dos policías.

 

Más del calvario

“Una vez en la celda incomunicados, le pedimos para ir por favor al baño, nos trasladan, y al estar el inodoro tapado de papel nos hacen sacar con las manos para que corriera el agua y después nos dejan hacer nuestras necesidades y volver a la celda.

“Le pedimos por favor si podíamos hacer una llamada para informar a nuestros padres de lo sucedido ya que somos de Oberá, Misiones y entendíamos que era nuestro derecho, obviamente que nos niegan insultándonos. Al pasar dos horas aproximadamente llega el abogado de Patricio a la comisaría gracias a que algunas de las personas que vieron lo sucedido y el mal accionar de los policías, se comunicaron con su madre, y esta con nuestros padres. Después de que hablaron con el abogado nos dan comida, agua y naranjas, diciendo el oficial Vedoya «Estoy acá por culpa de

ustedes, espero que se porten bien conmigo» dejando en claro lo que no teníamos que contar. Estuvimos hacia hasta las 18:30 en donde nos dejan en libertad”, agregó G.

 

Acusados de contravención

“Nos hicieron una contravención por huir de la policía cosa que no paso. Nos dicen que debíamos pagar la multa de $6300 para salir o quedarnos detenidos 12 días”, contó

Antes de salir, los jóvenes debieron entregar los celulares, los cuáles fueron revisados exhaustivamente borrando todo el material del hecho.

“Antes de irnos nos hacían chistes y nos preguntaban pavadas como qué significaba Obera, y otras cosas sin sentido, para terminar amistosamente y que no contemos todo los que nos hicieron”, terminó contando.

Fuente: Diario Norte de Corrientes

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