Desde el Obispado de Posadas contaron cómo eran las “maniobras extorsivas” del SOEME en Misiones

El abogado Jorge Luengo, apoderado del Obispado de Posadas contó en detalle el calvario que vivieron durante años por presiones y falsas inspecciones de parte del Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (Soeme) conducido por Marcelo Balcedo, detenido en Montevideo e investigado por presunto lavado de dinero. También el docente universitario Rodolfo Capaccio contó sobre una carta documento que llegó a su casa hace unos años por una inspección a una supuesta institución educativa que funcionaba en su domicilio.

Jorge Luengo, en Radio Tupá Mbaé.

Rodolfo Capaccio, en FM Show.

 

Luengo, contó que desde el año 2014 comenzaron a recibir notas por falsas inspecciones realizadas por el Soeme, en distintas instituciones educativas. “En todas consignaban lo mismo que se había negado el ingreso a la institución, en base a ello, determinaban una deuda por empleados inexistentes, incluso cuando la institución no tenía empleados no docentes. Así se recibieron intimaciones por el Instituto Taller para no videntes – Centro del Ciego – también por  todas las escuelas aborígenes, luego otras que tenían empleados y hacían los aportes por deudas inexistentes. Ya para el año 2013 habían comenzando a hacer intimaciones, y citar a un mediador para llegar a un arreglo”, contó el abogado.

 

En ese marco se iniciaron varios juicos contra escuelas privadas de Misiones e incluso las dependientes del Obispado como el Instituto Estrada de Posadas, o la Fundación Padre José Marx SVD de Capioví a la que le embargaron fondos, siendo que no tiene escuela ni nada por el estilo, ya que su única función es ayudar a las EFAS e institutos bilingües.

 

“Nosotros contestamos todas las cartas documentos, hicimos las impugnaciones administrativas pero nunca nos contestaron. Se hicieron los juicios, ante juzgados nacionales e incluso nombramos un abogado en Buenos Aires. Todos los juicios que inició el sindicato los perdió. Por eso hablamos de extorsión. El año pasado cuando empezaron a caer sindicalistas presos por lavado de dinero la extorsión cesó, y otorgaron certificados de libre deudas y compromisos de no molestar a más escuelas que no tienen porteros”, dijo.

 

 

Luengo digo además que cuando cotejaron las actas y documentos apócrifos detectaron que los mismos se habían confeccionado el mismo día en Posadas y Andresito o que los documentos no eran correlativos, e incluso que algunas fechas eran feriado. “El sindicato tenía un solo inspector con una sóla firma. C López, no tenía ni sello aclaratorio, si se aclaraba era de la obra social o del sindicato. Esto provocó que hiciéramos denuncias en el ministerio de Trabajo de la Nación, pero nunca prosperó nada. Desde AIPEM denunciábamos el fraude , pero todo caía en saco roto. Nunca se investigó nada, vos hacías la denuncia y era un papel más”, añadió.

 

En total desde el Obispado de Posadas, se contestaron 5 demandas. Según contó el representante legal del Obispado, por cada portero el sindicato se hacía entre 400 y 600 pesos. Hasta la fecha no hay ninguna oficina del mismo en Posadas, y cada instituto paga entre 200 y 300 pesos por cada empleado no docente, representando el 50 por ciento de lo que paga el trabajador. A su vez los afiliados no reciben ningún beneficio para capacitación o mejora de servicios sociales.

 

“Una verdadera mafia”

Luengo calificó al Soeme como una “verdadera mafia” y recordó que la justicia investiga la relación de la entidad con la banda de narcotraficantes denominada “los monos”. “Se sospecha que esta gente está vinculada al lavado de activos, eran investigados desde el 2012 pero nadie hacía nada. Le brindaron impunidad para que esta gente a través de instituciones legales. Están investigando si a través del sindicato no se lavaban 53 millones de pesos, dinero proveniente del narcotráfico”.

 

¿Una escuela en mi casa?

 

El docente universitario Rodolfo Capaccio, contó también su experiencia con el Soeme. Relató en FM Show la sorpresa que se llevó hace unos años, cuando en su casa recibió una carta documento emitida desde la entidad.

Capaccio contó que en la misiva le intimaban que en un plazo de 5 días remitiera información al Soeme sobre la matrícula de alumnos, cantidad de empleados, y demás cuestiones. “Lo recibí en junio de 2015 en Posadas, plena época Kirchnerista, y quiero hablar de impunidad y corrupción con la que se manejaba este gremio. Yo hasta que no saltó esto de Balcedo pensaba que era un error burocrático, o que mi nombre como docente universitario se ligó con un establecimiento educativo y el gremio entendió esto”.

 

El docente incluso contó que lamentó que la supuesta inspección se haya realizado cuando no estaba porque si volvían, tenía pensando incluso, hacerlos pasar a su casa para que vean que era un domicilio particular y no una escuela. “Me quede con esa idea y por supuesto contesté el documento aclarando esto, que era mi casa. Como no me contestaron la carta documento, hablé con un abogado amigo que se tomó la molestia de ir al Soeme en Buenos Aires y no le dieron más explicaciones. Si acusaron recibo de la carta documento. Y luego yo pensaba canta gente que le habrán mandado esto, sean o no escuelas o establecimiento. En mi caso ni siquiera se tomaron el trabajo de ver si era una escuela o una vivienda particular”.

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