La esposa posadeña de Balcedo, cada vez más complicada: tiene una «flota de autos de alta gama» y un «emporio de inmuebles» a su nombre

Ante el fisco, el sindicalista detenido en Punta del Este es un contribuyente común, pero no así su mujer, Paola Fiege, quien entre 2012 y 2014 habría adquirido once vehículos de lujo.

Con los bienes que tiene declarados ante el fisco, en blanco, el sindicalista Marcelo Balcedo podría pasar por un hombre de a pie. Su pareja, la posadeña Paola Fiege, en cambio, tiene un patrimonio fastuoso, digno de un magnate: incluye un domicilio en Puerto Madero, una flota de autos de alta gama y un presunto emporio en las playas más exclusivas de Uruguay.

La Justicia y los organismos de control sospechan que el secretario general del Sindicato de Obreros y Empleados de Minoridad y Educación (Soeme) es dueño de un patrimonio mucho mayor, a través de testaferros. Entre ellos, el prosecretario del sindicato, Mauricio Yebra, que hace cinco años era un mero monotributista y debió ayer entregarse a la Justicia.

Balcedo y su pareja tienen preferencia por los autos de lujo y los terrenos esteños. Según pudo reconstruir La Nación sobre la base de fuentes judiciales y oficiales, la esposa del gremialista, Paola Fiege, habría adquirido entre 2012 y 2014 once vehículos de alta gama, incluidos dos Porsche y dos Dodge RAM. La mujer justificó que los obtuvo mediante préstamos. Pero para los investigadores se trató de una simulación.

En la investigación patrimonial sobre Balcedo y su entorno hace meses trabajan de manera acompasada la AFIP, la UIF y la Procelac, que actúa como coayudante del fiscal de la causa, Hernán Shapiro, en la causa por lavado que instruye el juez de La Plata Ernesto Kreplak.

Inmuebles

El matrimonio Balcedo declaró ante las autoridades fiscales múltiples domicilios, dos de ellos en Puerto Madero, sobre las calles Azucena Villaflor al 500 y en Juana Manso al 400. Pero su fuerte está en Uruguay. Allí son dueños de una lujosa chacra cerca de Playa Verde, a unos 40 kilómetros de Punta del Este, con una mansión emplazada sobre la cima del Cerro del Burro. Es el lugar donde el gremialista fue detenido el jueves último, tras un trabajo de inteligencia. La fastuosa estancia se llama «El Gran Chaparral».

Durante el operativo fueron encontrados al menos diez vehículos, muchos de ellos de lujo. La colección incluye «fierros» alta gama: desde una Ferrari California colorada hasta un Land Rover, un Porsche 718 Boxster, un Chevrolet Camaro y un Mercedez-Benz Mclaren. El matrimonio asegura que es dueño solo del Porsche.

A los millones de Balcedo hay que sumarle 7 millones más

De los trabajos de inteligencia, sin embargo, surge que habría mucho más a nombre de Fiege. Bajo la lupa están un predio de siete hectáreas por US$840.000, otro de 2000 metros cuadrados por US$430.000, y un último de 23 hectáreas en Piriápolis valuado en US$800.000. Balcedo, por su parte, sumaría dos hipotecas por 300.000 y 500.000 dólares.

Para cruzar el Río de la Plata, Balcedo se movía en un jet Gulfstream G-IV, de una empresa de charters de Miami. Los investigadores sospechan que lo alquilaba con opción de compra, mediante un contrato de leasing. Su mujer, entre 2008 y 2015, realizó 26 viajes a Uruguay, una frecuencia de casi cuatro visitas por año.

Según publicó el diario Clarín, en los últimos 22 años, Balcedo efectuó 405 movimientos migratorios al exterior.

Yebra, quien ayer se entregó en la Justicia, en 2012 estaba inscripto como monotributista. Hoy, declara su domicilio en Puerto Madero y sería dueño de al menos 20 vehículos, aunque no todos declarados ante la AFIP. Su flota incluye motos, cuatriciclos y autos fastuosos como un Mini Cooper, un BMW 335 y un Chrysler RAM 2500.

Para una de esas camionetas, Yebra le entregó cédulas azules a Fiege y a Balcedo. Por eso, los sabuesos sospechan que tendría un rol de testaferro.

Además, el prosecretario del sindicato tiene una lancha (matrícula 68591) y un lote en el Delta, junto a su esposa, Silvia Hebe de Canal, por $400.000. Respecto de Canal, los investigadores despertaron una alerta por los reportes de los casinos: «Llama la atención la cantidad de operaciones relativas a apostadores que efectúen cobranzas de premios por montos superiores a $ 50.000».

En su pesquisa, los investigadores detectaron que Balcedo y su entorno, habrían hecho una serie de operaciones «simuladas» entre el sindicato, una concesionaria de automóviles y las sociedades vinculadas a medios de comunicación.

De acuerdo con los tramos de la investigación a los que pudo acceder La Nación, las cuentas bancarias del Soeme crecieron de forma exponencial: en 2003, hubo operaciones por $1.507.209; en 2007, por $9.250.537; y en 2014, por $85.536.704.

Una de las operaciones más sospechosas fue la detectada mediante la firma El Chaqueñito SA. Esa firma compró seis vehículos de lujo mediante «deudas no corrientes» con cuatro prestamistas que entregaron más de un millón de pesos a la empresa. Para los investigadores esas personas estaban lejos de tener un perfil económico que se correspondiera con esos montos.

El Chaqueñito SA emitió facturas a Emprendimientos Publicitarios Bonaerenses SA (que estaría vinculada a Balcedo) por un importe total de $801.250 por el alquiler de distintos automotores.

Llamó la atención que las facturas eran consecutivas y que se trataba de un cliente casi único. Uno de los vehículos del salón de ventas de El Chaqueñito, en tanto, estaba a nombre de Yebra.

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