Crucero del Norte se convirtió en la primera empresa de la región en certificar normas IRAM específicas para seguridad vial

La compañía misionera certificó la norma IRAM 3810 que garantiza el cumplimiento de los estándares más estrictos en calidad de servicios, capacitación del personal y mantenimiento preventivo y correctivo de las unidades. El propietario de la empresa, Julio Koropeski, anticipó que invertirán 15 millones de dólares el año próximo en renovación de flota, destacó que dan trabajo a alrededor de 2.000 personas en forma directa y recordó el legado de su padre, fundador de la empresa y uno de los pioneros del transporte en la región, Demetrio Koropeski.

Luego de un proceso que llevó más de seis años, la empresas misioneras Crucero del Norte logró las normas IRAM 3810, de sistema de gestión de seguridad vial, convirtiéndose de ese modo en la primera de la región en acreditar dicho sello. Julio Koropeski, uno de los herederos del pionero Demetrio, destacó que la cantidad de personas transportadas por la empresa aumentó 20 por ciento el año pasado en relación a 2015 y este año cerrará con un incremento interanual de 22 por ciento.

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Destacó que emplea en forma directa a alrededor de 2.000 personas a las que constantemente capacita. “Somos la primera empresa en misiones y la región en obtener esta certificación. Quiere decir que estamos certificados por un sello de calidad que avala todos los procesos internos de nuestra organización lo que garantiza un estándar muy alto en calidad de servicio”, señaló.

Al momento de recibir el certificado de manos del IRAM, Koropeski recordó el legado de su padre. “Esto tiene una rica historia que arranca hace 68 años, cuando un hijo de inmigrantes llega a este país en búsqueda de oportunidades con sus padres y se instala en el pequeño pueblo de Tres Capones. A él le rendimos homenaje porque abrió este camino, fue el último de los pioneros, juntos con otros colegas de la región fueron los que hicieron el transporte. Jamás me olvido de las enseñanzas, del camino transcurrido juntos. Sus hijos empezamos desde muy chicos, el viejo nos hizo laburar desde los 12 o 13 años. Seguramente hoy debe estar muy orgulloso por las enseñanzas y los valores que nos dejó, sobre todo la transparencia y la honestidad”, dijo.

Afirmó que la empresa está en constante crecimiento y anunció el inicio de una nueva etapa mucho más ambiciosa y prometió seguir generando empleo. “Muchas veces nos preguntan cuántas unidades tenemos y nunca sé responder con exactitud, porque el número que más nos importa en cuánta gente trabaja, si algo nos importa es poder decir este año hemos dado trabajo más personas que el año pasado. Esta actividad genera muchísima mano de obra, detrás de una empresa de transporte se generan otras, como una de catering o de servicios”, explicó.

Anticipó que en 2018 Crucero invertirá 15 millones de dólares solo en unidades, uno de los principales factores para garantizar calidad en el servicio. “Una unidad nueva cuesta 500 mil dólares. Hay que invertir mucho para tener el parque que tenemos. La antigüedad promedio de las unidades de larga distancia en Argentina está entre 4 y 5 años, los empresarios siempre estamos comprometidos”, afirmó.

Pablo Sciola, representante de la consultora Quantum, que asesoró a la transportista misionera durante todo el proceso de certificación explicó que “inicialmente Crucero se preocupaba por la seguridad vial de sus pasajeros, pero lo hacía de un modo independiente y luego decidió darle un marco normativo a esa tarea. La norma IRAM 3810 es un manual de buenas prácticas para el transporte seguro de personas y por eso corta transversalmente a la organización. Es capacitación, mantenimiento preventivo y correctivo para poner a una unidad en condiciones de recorrer miles de kilómetros en forma segura. Fundamentalmente apunta a la gestión del recurso humano: elegir a un conductor y capacitarlo durante varios años”.

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