Los Zurdel, tres generaciones de peregrinos en bicicleta

Desde don Teófilo con 85 años hasta Darío que tiene 23. Una vida de piñones y corona y una legado que ya lleva 36 años de existencia y va por más.

 

La peregrinación en bicicleta desde Posadas hasta la Basílica de Itatí se transformó en un rito para los devotos de la Virgen que cada 8 de diciembre, irrumpen en la misa llevando sus plegarias. Lo que nació en 1981 como una muestra de fe para pedir por la salud de un niño, se convirtió en una verdadera tradición de ciclistas de diferentes puntos de la provincia logrando un efecto de transferencia de generación en generación, en los 36 años de vida de la movida.

Uno de los principales mentores de la caravana ciclistica que cubre los más de 260 kilómetros que separan la rotonda de Posadas con el acceso a la Basílica es don Teófilo Zurdel, quien a los 85 años todavía recuerda cómo nació la idea de peregrinar. Corría el año 1981 “y nuestro nieto estaba complicado de salud. Fuimos a pedirle a la virgencita para que nos ayudara y se salvara y hoy por hoy está pedaleando también”, contó a Misiones OnLine el principal referente del ciclismo en Misiones y una leyenda viva de la disciplina.

Con 85 años todavía trabaja en su taller de bicicletas de la avenida Rademacher de Posadas, donde se prepara para sumar kilómetros pedaleando el próximo 6 de diciembre (día de salida) y recuerda sin dudar, cuántos participaron en la primera edición de la peregrniación: “Éramos 79 personas. Dos años consecutivos fuimos 79 personas. Luego subimos a 90 y fue aumentando año a año”.

A su lado, cerca de los 60 años de edad, uno de sus hijos, Luis Zurdel, comparte la pasión por la bicicleta y le devoción por la Virgen. “lo asumo como un legado de la familia y la misión es continuar esto”, cuenta quien fuera chofer de colectivos de larga distancia y tras jubilarse, “volví al taller a trabajar con papá”.

La tercera generación de una familia muy ligada a las bicicletas en Posadas y la región está representada por Darío Zurdel, hijo de Luis y uno de los nietos de Teófilo, quien también trabaja en la emblemática bicicletería y cuenta sus sensaciones de tener un apellido que lleva toda una vida manifestando su fe a la Virgen. “Esto es algo muy lindo que lo inicia mi abuelo y mi abuela y como dijo mi papá, hay que continuar esto”, manifestó mientras la emoción se apoderaba de sus palabras para tratar de explicar “ese sentimiento”  inagualable. “Cuando llegás a la Basílica después de pedalear tantos kilómetros, es una sensación inexplicable, por el sacrificio, el esfuerzo que haces durante la ruta y cuando ingresás te sentis totalmente liberado”.

 

La bicicleta es salud

La charla trascurría mientras Los Zurdel se repartían entre arreglar varias bicis que están en el taller, la puesta a punto de otras que realizarán la peregrinación y la gente que se acerca para pedir detalles de la salida prevista para el 6 de diciembre. “Todos los años es lo mismo. A las 4:30 de la mañana salimos desde la Rotonda de Posadas, hacemos noche en Itaibaté y después continuamos pedaleando”, explicó don Teofilo.

“El año pasado pedaleó más de 120 kilómetros papá, porque entrena semanalmente e incluso tiene una bicileta fija en casa para seguir entrenando”, confió Luis, tratando de explicar el secreto de ver a un hombre de 85 años tan fuerte y vigoroso. “La verdad es que debo reconocer que mi abuelo pedalea más que yo”, admitió Darío, el menor de la dinastía.

Además de invitar a todos para seguir cultivando esta pasión, el mayor de los Zurdel recordó que “en los primeros años mucha gente iba con bicicletas rodado 20 y los huellones que tenía la ruta por entonces derivaba en que cuando pasaban camiones, literalmente el agua nos bañaba a todos”, rememoró entre risas Teófilo, quien aún cambia gomines en su taller, a pesar de la tecnología actual en la construcción de los biciclos.

“La bicicleta es la salud del ser humano”, es el mensaje final de don Teófilo quien aclaró: “acá estamos tres generaciones de peregrinos, pero si llego a sumar a todos mis bisnietos, la entrevista no termina más”.