Masacre de Panambí, el juicio: un ex cuñado de Godoy dijo que este siempre se dedicaba a los «negocios raros» y que en una ocasión hasta le propuso cometer un asalto

Tres conocidos del imputado Juan Ramón Godoy declararon  en una nueva audiencia del juicio por la Masacre de Panambí. Dos de ellos lo dejaron mal parado ante el Tribunal Penal de Oberá, que lo juzga por el letal asalto que le costó la vida en mayo de 2014 al maderero Oscar Carlos Knack, a su mujer Graciela y a dos de los hijos del matrimonio, Bianca y Cristian.
Nerea Fernández (68) era la suegra de Godoy cuando sucedió el atraco. Ella dijo que el 25 de mayo de ese año, día del hecho, vio a su entonces yerno en un camino de las afueras de San Javier (que conduce a Mojón Grande), a la tarde-noche. Añadió que el hombre iba al mando de un VW Bora gris. Esto contradice la versión del sospechoso, quien aseguró que en esa franja horaria no había dejado su casa.
«Ese día estuve en la fiesta María Auxiliadora. Nos fuimos a media tarde, el tiempo estaba lluvioso. Cuando ya estaba por terminar la celebración, no nos sentimos bien. Al regresar del pueblo, del lado de mi casa, encontré el auto de Godoy, hasta le dije a mi hija: ‘Estuvieron en casa’, porque yo no estaba. Mi marido estaba trabajando en Virasoro con mi hijo, y como quedé sola, me encontraba con mi hija en el pueblo. Es decir, no estaba en mi casa, estaba en San Javier”, dijo la mujer ante los jueces Francisco Aguirre, Lilia Avendaño y Jorge Erasmo Villalba.
Después fue el turno de José Humberto Pérez (43), quien no habló bien de su ex cuñado.
“Estuve unos quince días antes de la Masacre en la casa de Godoy. Él era mi cuñado. A mi hermana él le iba a hacer un cumpleaños muy grande. Godoy iba a conseguir na plata, pero no se hizo el festejo. Él siempre fue de hacer el cuento del tío a mucha gente, negocios raros. Una vez me hizo una propuesta para hacerle una entradera a mi patrón que en esa época era un contratista forestal, no acepté porque iba a quedar muy claro que el siendo mi cuñado, si le descubren yo también iba a estar involucrado”, relató.
Además añadió que Marcial Alegre, otro de los juzgados por el caso Knack, le ofreció llevar droga hacia Corrientes. Esto también antes del letal asalto en Pabambí.
“Solían encontrarse en el taller de alegre con Godoy, quien tenía un lavadero de autos. Estaba armando otro cuando pasó lo de Knack”, agregó.
“Tambien me dijo Alegre que si agarraba el laburo tenia que tener por seguro que la mafia no jode, no acepta ningun error, sino era boleta”, afirmó.
Pérez admitió que durante la investigación de la Masacre fue blanco de amenazas. “Después que declaré la primera vez recibí varias intimidaciones de teléfonos con característica de Rosario, de Córdoba, de Chaco, pero lamentablemente perdi ese teléfono”, apuntó.
Por último declaró Humberto Pérez, ex suegro de Godoy. No recordaba lo que había declarado durante la instrucción y se lo leyeron. Entonces se pudo escuchar que cómo él le contó a los investigadores que su mujer Nerea le mencionó que el 25 de Mayo de 2014 vio a Godoy a bordo del Bora en las afueras de San Javier.
Un cuarto testigo citado pegó el faltazo y ordenaron su detención. Mañana, además, se escucharán otros diez testimonios y, si hay tiempo, declarará el imputado Alegre.
Además de Godoy y Alegre, son juzgados por el cuádruple homicidio el prefecturiano retirado Pablo Julio Paz.

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