Continúan las críticas por el errático arbitraje del misionero Pitana en el Superclásico

El árbitro oriundo de Corpus tuvo como falla principal la inexplicable expulsión del colombiano Cardona, aunque también le anuló mal el gol del empate a Scocco.

La actuación del misionero Néstor Pitana fue determinante para el 2 a 1 que favoreció a Boca en el Superclásico disputado ayer. Tras un primer tiempo destacable, el árbitro corpuseño desbarrancó en el complemento y cometió dos errores cruciales: primero dejó a Boca con diez con la inexplicable expulsión de Edwin Cardona, y luego le quitó el gol del empate a Scocco por un offside inexplicable.

El balance final suscitó una lluvia de críticas para el encargado de impartir justicia, quien ya había tenido un flojo rendimiento en el último Superclásico que había dirigido, el 30 de marzo de 2014. Así lo reflejó el periodista Ariel Avellaneda en Clarín:

«La Dirección de Arbitraje de la FIFA, a cargo de Massimo Busacca, tiene especial predilección por Néstor Pitana. Aquellos que caminan los pasillos de la multinacional de Zurich y tienen contacto directo con el polémico ex referí suizo, saben que el misionero tiene un pie y medio en Rusia 2018. De aceptable tarea en Brasil 2014, también está bien considerado por la Conmebol.

Fronteras adentro, en cambio, cosecha críticas. Ya había sido cuestionado por Boca el 30 de marzo de 2014, cuando cobró un tiro de esquina a favor de River en la última jugada del partido y Ramiro Funes Mori marcó el gol del triunfo. Hernán Grana había disputado la pelota con Manuel Lanzini, pegó en el taco del enganche de la banda roja, pero el referí se equivocó. Se popularizó, entonces, la frase ‘no fue córner’ y Carlos Bianchi, por entonces entrenador azul y oro, habló de ‘Pitanazo’. Hasta ayer, había sido el único Superclásico oficial que dirigió. Su designación trajo el recuerdo de aquella caliente tarde de otoño.

Y Pitana no pasó inadvertido. Porque pasó de dirigir un primer tiempo casi impecable a un complemento manchado por la injustificable expulsión del colombiano Edwin Cardona.

En el ABC del referato está muy claro que los hombres del silbato no pueden cobrar lo que no ven. Sin embargo, Pitana vio un codazo de Cardona sobre Enzo Pérez a los 16 minutos de la segunda etapa. El 10 nacido en Medellín apenas apoyó su brazo en el hombro del mendocino mientras disputaba la pelota. Pareció una compensación del misionero, como si le hubiera quedado un sentimiento de culpa por haber dejado al Superclásico once contra diez. Aunque nadie podrá reprocharle la tarjeta roja a Nacho Fernández, quien le metió una plancha terrible a Cardona en el pecho. No dudó Pitana. Y amonestó correctamente a Germán Lux por protestar. ‘Inventaron el VAR y así nos sacaron de la Copa. Esa es la única verdad’, bramó Enzo Pérez camino al vestuario. No tenía razón en este caso. El árbitro había expulsado como correspondía al volante de Castelli.

En el primer tiempo, el árbitro sacó cinco amarillas. Tal vez podría haber amonestado a Jonatan Maidana al minuto de juego, cuando bajó a Nahitan Nández. También, a Pablo Pérez, que pateó una pelota lejos delante de sus narices en desacuerdo con el árbitro, quien le cobró una infracción. Si hubieran recibido el castigo que merecían, el marcador central se hubiera ido expulsado por una falta a Cristian Pavón en el final de la etapa inicial y el volante, por un agarrón a Enzo Pérez en el complemento.

El mendocino, Javier Pinola y Nandez también fueron amonestados, todos aciertos de Pitana. Hasta los primeros cuarenta y cinco minutos, entonces, le daba la razón a Busacca. En el segundo tiempo, se desbarrancó por la expulsión de Cardona y los errores de sus colaboradores.

Hernán Maidana levantó su bandera cuando Nandez, tras recibir una asistencia de Benedetto, quedaba mano a mano con Lux. Y Juan Pablo Belatti hizo lo propio con Carlos Auzqui, quien llegó exigido contra la raya y metió un pase atrás para Scocco, quien marcó el gol. Era el empate. Fue mal anulado. La pelota nunca salió.

Mostró cuatro amarillas en la segunda porción del partido. A Pablo Pérez, Milton Casco y Pavón por infracciones. A Darío Benedetto por demorar su salida de la cancha cuando fue reemplazado por Junior Benítez.

‘No vi las repeticiones en el vestuario. Lo voy a hacer en mi casa’, dijo Pitana cuando se retiraba del Monumental. Al repasar las jugadas, se dará cuenta que tuvo más desaciertos que destreza a la hora de tomar decisiones. Muy a pesar de su sobresaliente boletín de calificaciones en Zurich y de su presencia en el próximo Mundial».

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