El mundo debate sobre los negocios madereros sostenibles y el rol de los bosques frente al Acuerdo de París

Expertos internacionales se reúnen esta semana en Roma para analizar los distintos modelos sostenibles de explotar la madera de los bosques, evitar la degradación y mitigar el impacto del cambio climático. «Los bosques, que liberan casi un sexto de las emisiones de carbono a nivel mundial cuando son degradados, podrían igualmente capturar una décima parte de todas las emisiones de ese gas”, según la FAO.

La directora de Recursos forestales de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Eva Muller, indicó que se necesita reconocer las prácticas sostenibles para incluirlas en las políticas de desarrollo de los países.

“Frente a la degradación y la mala reputación (del negocio maderero) en muchos países, también se han registrado progresos en el registro y la legalidad del comercio de madera”, indicó Muller.

Los bosques son un “recurso  que debe ser protegido”, al tiempo que hace falta potenciar su uso con un manejo adecuado para avanzar en la aplicación del Acuerdo de París contra el cambio climático, firmado en 2015, según la responsable.

Un centenar de países se ha comprometido a gestionar la agricultura, los bosques y otros usos de la tierra, que representaron el 25 % de las emisiones de gases de efecto invernadero en 2010, como medida de mitigación del cambio climático.

Los bosques, que liberan casi un sexto de las emisiones de carbono a nivel mundial cuando son degradados, podrían igualmente capturar una décima parte de todas las emisiones de ese gas, según la FAO.

Por su parte, el director adjunto de Comercio de la Organización Internacional de Maderas Tropicales (ITTO, por su siglas en inglés), Steven Johnson, destacó que “la producción sostenible es la mejor solución frente a la deforestación” en los trópicos.

Además de fomentar los certificados que demuestren la extracción de madera conforme a las normas, los expertos tienen previsto dialogar en el encuentro que se realiza en Roma sobre el uso del agua y la energía en la industria, el consumo responsable de los recursos madereros y los beneficios de la inclusión social en las cadenas de valor.

También hablarán de los nuevos mecanismos de acceso a la financiación, indicó la presidenta de la Alianza Financiera para el Comercio Sostenible, Noemí Pérez, que ha abogado por facilitar esos negocios con fondos públicos y privados.

La tecnología es otro de los puntos de debate, entre otras cosas por su uso para vigilar los bosques, apuntó Gijs Breukink, coordinador forestal de la organización conservacionista WWF.

El activista llamó a “redefinir” el sector maderero e involucrar a los mercados emergentes en las políticas sobre el uso de la tierra y los recursos forestales con el apoyo de los gobiernos, las empresas y las comunidades.

El experto del Banco Mundial Garo Batmanian insistió en la importancia de mejorar la sostenibilidad de la producción de madera para reportar más beneficios a las personas que viven de los bosques, evitando “que se vayan de sus lugares y la tierra se utilice para otros usos”.

Se calcula que un quinto de la población global (unos 1.300 millones de personas) depende de los bosques para lograr ingresos y medios de vida.

El sector maderero formal aporta 600.000 millones de dólares a la economía global y, junto con las actividades informales, emplea a 54 millones de personas, según datos de la ONU publicados por la Agencia EFE Verde.

 

PE

 

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