Recorriendo la Feria del Libro en Frankfurt y la zona de Mosel

En la reconocida feria mundial de Alemania, Gourmet Gallery, la sommelier Karla Johan exhibió las bondades de la Yerba Mate y dio a conocer sobre nuestra cultura, además de presentar sus libros gastronómicos y de bebidas que fueron premiados a nivel internacional en la Feria del Libro en Frankfurt. En su columna semanal, comparte la experiencia de conocer la zona vitivinícola de Mosel-Saar-Ruwer,  entre Luxemburgo y Coblenza, donde tuvo una experiencia única de cata de vinos de la Bodega Syville Kuntz.

 

El viaje tenía como objetivo participar de la Feria Gourmet Gallery, en el marco de la Feria del Libro en Frankfurt, Alemania. Era el primer año que los organizadores del Gourmand, el premio más importante para los libros gastronómicos, se fusionaban para tener su propio espacio dentro de esta feria reconocida a nivel mundial.

Tenía agendado un stand para promocionar el vino argentino, la Yerba Mate -auspiciado por las marcas de yerba mate Piporé y Kraus orgánica-, y mis libros: El libro de la Yerba Mate, que había recibido el premio Best in The World en la categoría Best Non Alcoholic Drink Book  en el Gourmand World Cookbook Awards Paris, Francia 2011.  Luego obtuvo el premio Best in The World, en la categoría Best Translation en el marco del Gourmand World Cookbook Awards Beijing 2014, y el tercer premio internacional Best in The World en la categoría Best Non Alcoholic Drink Book en el marco del  Gourmand Awards Best In Years 1995 – 2014.

También mi  libro Beber y Comer en Argentina recibió el premio Best in The World en la categoría Best Food and Drinks en el marco del Gourmand World Cookbook Awards Beijing 2014.

Esta feria tiene como objetivo exhibir los libros gastronómicos y de bebidas premiados en el mundo. También mostrar los productos típicos de cada país, donde los Chefs cocinan y los especialistas muestras la comida y bebida de cada país. En esta oportunidad me acompañó mi hermano Juan José Lorenzo, con él armamos una cata de mates para los visitantes. El objetivo era que las personas pudieran conocer las bondades de nuestra infusión nacional y aprender sobre nuestra cultura.

 

 

Luego de una semana en la feria, tenía agendado visitar la zona vitivinícola de Alemania, Mosel-Saar-Ruwer,  ubicada en la ribera del río Mosela y sus afluentes, entre Luxemburgo y Coblenza.  Desde 2007 su nombre se ha simplificado por Mosel.

Nos trasladamos en tren desde la estación de Frankfurt hasta una estación cerca del pueblo de Lieser, donde me esperaba un amigo, Diego Urra Gosselin enólogo auxiliar de una de las bodega más reconocida de Chile Casa Lapostolle, de la famosa zona de Valle de Apalta, Colchagua. Diego se encontraba haciendo prácticas en la bodega Syville Kuntz de la zona de Mosel.

Esta bodega está ubicada en el pueblo de Lieser (con tan solo 200 habitantes), al llegar al lugar automáticamente me conecté con mis raíces alemanas.  Tanto las casas como los apellidos de las familias de la zona, me transportaban a mi ciudad natal Leandro N. Alem, en Misiones, Argentina.

El plan era hospedarnos unos días en la bodega, para poder vivir de cerca los viñedos, la elaboración de vinos, y la cultura de la zona. La uva Riesling es la vedette de la zona, que da vinos de muy buena calidad y con notable acidez. Cuatro subregiones de esta zona vinícola cubren el territorio, Saar y Ruwer, Mosela Medio, Bajo Mosela, (Mittel). Es muy posible que los Romanos fueron los primeros en hacer probar a los lugareños, el delicioso néctar del vino.  Las primeras plantaciones fueron plantadas en las cuencas del Rin y del Mosela por los romanos, que dejaron además una rica herencia de hermosos monumentos que recuerdan al cultivo del vino.

Los romanos sabían que el clima frío del norte de Europa y la menor insolación que pueda existir durante los días de otoño hacía difícil la maduración de la uva, pero corrigieron este defecto, aprovechando los mejores emplazamientos.

Hoy en día casi no se recuerda que el Riesling de la región Rheingau fue en el siglo XIX uno de los vinos más caros del mundo. Esta variedad emblemática para vinos blancos en Alemania tiene una aristocracia severa, especialmente cuando proviene del suelo pizarroso de la zona de Mosel.

La bodega Syville Kuntz tiene una amplia gama de vinos, donde se incluyen distintas categorías. Tienen certificación orgánica desde 2013 y biodinámica desde 2016.

La historia de esta familia vitivinícola tiene ya cuatro generaciones dedicadas al vino. En el año 1981 Syville Kuntz, después de estudiar administración de empresa y finanzas, decide dedicarse a vender vino y abre su wine shop, primero comienza a comercializar los vinos de la familia, pero luego la demanda le obligó a buscar otras bodegas. Al comenzar a probar los vinos a base de Resling de otras marcas, y darse cuenta que había mucha diferencia en las calidades, no pudo escapar del encanto de meterse de lleno en la elaboración de su propio Riesling, usando los viñedos familiares que había heredado.

En el año 1984 lanzó al mercado su primer vino Riesling seco, así como lo tenía en mente, expresivo y fácil de acompañar con comidas. Fue el momento para terminar su especialización en administración de negocios.

El cincuenta por ciento de los viñedos de su bodega están ubicados en la zona Einzellage (literalmente: ‘lugar individual’) Niederberg-Helden.  Esta zona fue clasificada oficialmente bajo el reglamento de Napoleón en 1804, desde ese momento Mosel comenzó una etapa bajo las reglas francesas.  La mayoría de los viñedos de esta zona son pre filoxera (enfermedad que destruyó gran parte de viñedos originarios de europa).

En los vinos de la zona de Mosel la categoría Qualitätswein mit Prädikat (QmP) da vinos de calidad superior, y dentro de esta categoría podemos encontrar diferentes Prädikat en función del azúcar del mosto, en orden creciente son: Kabinett;  Spätlese;  Auslese;  Beerenauslese;  Trockenbeerenauslese ; Eiswein (Vino de hielo).

Qualitätswein, Kabinett y Spätlese son los tres niveles de vinos secos que tiene la marca Syville Kuntz. Qualitätswein significa vino de calidad superior. Su prestigio se debe a sus propios viñedos situados en Kues, Kardinalsberg y Weisenstein. Este Riesling Qualitätswein tiene la característica que se cosecha al comienzo de la vendimia.


Kabinett es principalmente elaborado con uvas viejas de la zona Paul valley,  valle que se formó al costado del Río Mosel, hace  35.000 años atrás. Hoy por hoy, los viñedos de  Lieser Schlossberg son parte de este valle.

Spätlese también esta vinificado como seco, se cosecha tarde en la vendimia. Se eligen las uvas de Spätlese desde Niederberg-Helden, pasando varias veces por el viñedo, para seleccionar los mejores granos de estos viñedos especiales.

Auslese, Beerenauslese and Trockenbeerenauslese son producido exclusivamente en Niederberg-Helden Einzellage. Estos vinos son elaborados a base de Riesling maduro y soleado, grano por grano. Son vinos raros, y no se dan en todas las añadas. Estos vinos son los responsables de darle el prestigio a la zona de Mosel y a esta bodega. Concentrados, aromáticos, los convierten en vinos únicos, y con un potencial importante de guarda.

 

 

Durante mi estadía en Lieser, también aproveché el tiempo para visitar un pueblo cercano Bernkastel Kues donde se llevaba a cabo todos los años una feria callejera de navidad, que te invita a tomar un vino de montaña y comer un plato típico, como las salchichas con chucrut, para acompañar las bajas temperaturas de la época.

Este pueblo tiene un atractivo especial para los amantes del vino, el famoso Museo Vinothek (http://www.moselvinothek.de/) muy cerca del puente que divide el pueblo en dos partes.

Una vez que se paga la entada, te dan una copa y bajando unas escaleras te encontras con un promedio de 350 etiquetas, divididos por  bodegas, varietales, y subzonas de Mosel.

Lo interesante es que las botellas de vino blanco, están siempre en excelente temperatura.

El servicio de la cata lo haces por tu cuenta, algo que nosotros no estamos acostrumbrados, ya que lo primero que pensamos es quien nos controla. Pero estamos en Alemania, y aquí todo funciona de una manera correcta y prolija.

 

 

Con Diego hicimos un recorrido por distintas zonas, y llegamos a catar unas 60 muestras, luego no podíamos concentrarnos, y nuestro paladar ya no identificara sabores. Recomiendo dividir la cata en dos días.

Por supuesto no podía faltar dentro de las muestras el Riesling de Sybille Kuntz. También identifiqué un vino de una familia Lorenz (mi antiguo apellido según el mito familiar).  Luego de pasar por el Museo, fuimos a un bar a tomar cerveza,  una experiencia clásica en Alemania. Cuando los lugareños salen de trabajar van directo a los bares a beber su “cerveza tirada”. Un encuentro con amigos.

Al día siguiente llegaba mi despedida, para lo cual agendamos una cena con los anfitriones, quienes nos convidaron vinos guardados de la bodega familiar, como la cosecha 1970.

Una velada especial. Espero regresar pronto, y poder continuar mi aprendizaje sobre estos vinos únicos.

Bis bald!

 

 

(*) Sommelier

www.karlajohan.com.ar

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