Caso Barrufaldi: 14 años después, el crimen sigue impune, con los asesinos prófugos y un fallo anulado

Sansón y el Rosarino. Solo los apodos se conocen de los supuestos asesinos de Jorge Oscar “Kuki” Barrufaldi, a quien ultimaron en su casa de Posadas hace 14 años.
El hombre fue encontrado muerto en su casa de la avenida Rademacher de Posadas la noche del 30 de junio de 2003. Lo habían matado esa madrugada anterior. Primero le golpearon el cráneo y luego le colocaron un repasador en la boca, que lo terminó asfixiando. Todo indica que fue un asalto que terminó en tragedia.
Barrufaldi era agenciero y explotaba una de los complejos de paddle más conocidos de la ciudad capital, ubicado sobre la avenida Uruguay.
De los sospechosos no se conoce ni el rostro, ni los verdaderos nombres. Son dos fantasmas que sobrevuelan el expediente.
El 12 de diciembre de 2014, el Tribunal Penal Dos de Posadas, compuesto por los subrogantes Marcela Leiva (presidenta), César Yaya y Fernando Verón, condenó a 15 años de cárcel a los supuestos entregadores del comerciante: Christian Marcelo Pacheco y Damián Antonio Méndez.
En su indagatoria durante la instrucción, Pacheco se autoincriminó y también acusó a Méndez. También aportó los apodos de los presuntos asesinos, Sansón y El Rosarino, de los que jamás se tuvo datos. Sin embargo, en una ampliación de indagatoria, el hombre, que era habitué en el complejo de paddle que explotaba Barrufaldi, dijo que había dicho eso porque lo habían “apretado” en la Dirección Investigaciones de la Policía.
Pacheco, según declararon el jueves los familiares del fallecido, se había ganado la confianza del comerciante y hasta tenía acceso a la casa de este. Ya que en alguna oportunidad había ido a buscar elementos que el fallecido le requería.
El viernes último, a casi tres años de ese juicio, el Superior Tribunal de Justicia anuló ese fallo y remitió las actuaciones al Tribunal para que dicte una nueva sentencia. Esa resolución no la pueden decidir los mismos magistrados, sino otros.
Fuentes judiciales indicaron que para el STJ se violaron garantías de los acusados y se valoraron mal las pruebas.
Cuando el expediente baje al TP 2, los abogados de Pacheco (Pablo Luján) y de Méndez (Alejandro Jabornicky y Alberto Kuhle) pedirán la liberación de sus asistidos. Tienen grandes chances de ser absueltos en el nuevo fallo.
Mientras tanto, Sansón y el Rosarino siguen siendo dos fantasmas y Kuki no descansa en paz.

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