Nutrición: ¿Por qué la obesidad afecta más a las mujeres en nuestro país?

La obesidad, definida como el aumento de grasa corporal, afecta a millones de personas de todo el mundo, sin discriminar edad o sexo, pero lo cierto es que, en América Latina, según las estadísticas más recientes, es más prevalente en las mujeres.

El reciente estudio Latinoamericano de Nutrición y Salud (ElaNS), realizado en ocho países de la región, incluido Argentina, reveló que esta enfermedad se presenta mayormente en mujeres y que en muchos casos los índices ya superan a los de sobrepeso.  En el mismo, se evaluó la ingesta de alimentos, actividad física y perfil antropométrico de la población urbana de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Perú y Venezuela.

En total, se relevaron datos de 9.218 personas de entre 15 y 65 años. La prevalencia  de sobrepeso y obesidad para América Latina fue del 60%, según los resultados preliminares del estudio presentados esta semana en el Congreso Internacional de Nutrición, realizado la semana pasada en Buenos Aires. Los datos exactos expresan que Argentina tiene un 58% de obesidad y sobrepeso. Es igual en mujeres y varones, pero cuando se separa sobrepeso y obesidad, las mujeres tienen más obesidad que los hombres (30% versus 23%).

Entonces, debemos preguntarnos acerca de las causas de este fenómeno y, aunque, aún no están claras, se sabe que las mujeres por razones fisiológicas, de composición corporal, sistema hormonal y distribución de los tejidos grasos, son más vulnerables que el hombre, a sufrir obesidad a lo largo de su vida y, también las cifras dicen que, en promedio, son más sedentarias en sus actividades laborales.

Las mujeres somos, en la mayoría de los casos, las encargadas de idear los menús y preparar las comidas en la casa, no obstante, esta tendencia a cambiado notoriamente en los últimos años, aunque a los hombres, en general, todavía les cuesta ocuparse de la comida familiar. Un dato que aparece siempre en consulta es que, a la mayoría de los hombres les cuesta consumir verduras y prefieren preparaciones más calóricas, lo cual resulta importante a la hora de lograr un balance en las mujeres, que de por sí, tenemos un metabolismo diferente y dificulta un consenso para llevar adelante una alimentación más saludable.

La recomendación es comenzar a organizar la alimentación familiar de forma semanal, consensuando sobre los gustos de cada integrante de la familia a fin de lograr un equilibrio entre lo más saludable y aquello que debemos consumir con menor frecuencia. Si bien, cada persona es totalmente diferente, las mujeres debemos saber que tenemos requerimientos un tanto menores de calorías, y necesitamos gastar más, mediante la actividad física regular.

Podemos cambiar las estadísticas, para mejorar nuestra calidad de vida. Recordemos que la obesidad es una enfermedad que requiere tratamiento individualizado, guiado por profesionales, y que, con constancia y voluntad, se puede lograr el objetivo de llegar a un peso saludable, que más allá de la estética, nos regale más salud.

Lic. Romina Krauss

M.P. n° 147

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