Masacre de Panambí,  el juicio: el primer sospechoso fue un pariente, pero un llamado anónimo cambió el rumbo de la causa

La llamada anónima que colocó a los investigadores de la Masacre de Panambí en la Pista San Javier sonó en la comisaría del pueblo de las víctimas el 26 de mayo de 2014, alrededor de las 18. En los días siguientes, detuvieron a Pablo Julio Paz, a Juan Ramón Godoy y a Marcial Alegre.

En el taller del chapista Alegre encontraron un arsenal de armas y municiones, pero se determinó que ninguna de esas piezas fue utilizada en el hecho.
La banda que ejecutó el golpe tenía el dato preciso de que los Knack tenían una suma importante de dinero, producto de la venta de una carga de madera.
El día del hecho, el 25 de mayo de 2014, Cristian Knack hizo una cobranza de 460 mil pesos en Cuatro Bocas, Corrientes. Cuando llegó a su casa, le entregó la plata a su madre Graciela, quien hizo unas anotaciones en un cuaderno y guardó la plata en un ropero. Apenas unas después, aparecieron los asaltantes.
Graciela apuntó que los malvivientes habían traído mucho alcohol y que tenían alpargatas blancas y capuchas.
Oscar Knack, el jefe de familia, le dijo a los vecinos que lo socorrieron que él no había reconocido a ninguno de los malvivientes y que había entregado toda la plata que tenía.
Un tío de la novia de Cristian fue el primero en ser demorado. Los Knack sospechaban de él porque era otro maderero y podía tener motivaciones de eliminar a un competidor directo. Luego ese hombre fue liberado.
Todo esto consta en el auto de elevación a juicio, pieza procesal que fue leída en la primera audiencia del juicio oral y público por el letal asalto ocurrido en Panambí hace tres años y cinco meses.

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