El Gobierno pone fecha a la negociación por la «torta impositiva»: Macri se reunirá con las provincias tras las elecciones

El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, adelantó que el Presidente citará a todos los gobernadores luego de octubre, pero adelantó que Cambiemos es el primer Gobierno que les «devolvió recursos». Mientras tanto, la Corte Suprema demora el fallo por el Fondo del Conurbano que reclama Vidal

La discusión sobre el reparto de los recursos entre las provincias es una de las tantas batallas que el Gobierno se guardó para después de las elecciones legislativas del 22 de octubre. La situación está al rojo vivo entre los gobernadores, pues lo que está en juego es el reparto de la «torta impositiva».

Pero el condimento más picante de la discusión lo aportó la mandataria bonaerense María Eugenia Vidal, la funcionaria con mejor imagen positiva luego del presidente Mauricio Macri.

La gobernadora llevó a la justicia un reclamo sobre el Fondo del Conurbano, que le fija a la provincia un tope a los fondos coparticipables, el cual quedó desactualizado por el efecto inflacionario

Pero el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, este miércoles señaló que tras las legislativas, el Presidente «citará a todos los gobernadores para fijar una agenda de trabajo». En este sentido, el ministro salió a apagar las críticas de los jefes provinciales afirmando que Cambiemos «es el primer gobierno que le devuelve recursos» a sus distritos.

«En los doce años kirchneristas, la concepción del poder era sacarles recursos, concentrarlos en el nivel nacional y después someter políticamente con la billetera a las provincias y municipios que no pensaban igual que el gobierno», disparó el ministro.

Para ejemplificarlo, Frigerio se refirió a Santa Fe, donde estará próximamente Macri, afirmando que esa provincia «es de las más beneficiadas, casi recibe el doble de recursos que en el último año kirchnerista».

La Corte

Mientras tanto, la Corte Suprema daría a conocer el fallo que generará una revolución en el mundo político y en las cajas de las provincias. La sentencia es producto del reclamo que Vidal llevó adelante para que se actualice el monto que su distrito recibe por el Fondo del Conurbano Bonaerense (FCB).

Hablando en plata, lo que está en juego son ingresos por la friolera de $50.000 millones que podrían cambiar drásticamente de manos. En otras palabras, empieza una contienda que es «la madre de todas las batallas» para los gobernadores, ya que se está hablando nada más y nada menos que del reparto de la torta impositiva.

Además, se da en un contexto en el que la provincia de Buenos Aires dejó de resignarse a seguir perdiendo recursos y se decidió a ir en busca de lo que le corresponde. Y con «banca política» suficiente como para hacerlo. Es decir, con el apoyo de Macri

Políticos y mandatarios de provincias pequeñas ya se están anticipando al fallo de la Corte. No es casualidad la cantidad de declaraciones surgidas en estos días que dan cuenta de los perjuicios que les traerá la sentencia.

Algunos hablan de insolvencia, otros de serias dificultades para el pago de salarios (el grueso de las erogaciones en sus voluminosos aparatos estatales), si bien reconocen la legitimidad del reclamo bonaerense.

Todas las partes asumen que lo dictaminado por la Corte dará lugar a arduas negociaciones políticas.

Por el lado del Gobierno, Macri ya tiene marcada en su agenda la primera reunión con gobernadores para luego del 22 de octubre.

En Casa Rosada confían en que Cambiemos saldrá muy fortalecido tras los comicios, lo que le asegurará una mayor capacidad negociadora. Pero, además, en el oficialismo ya han comenzado a «marcar la cancha».

Señalan que «las provincias están teniendo más recursos que nunca en su historia», por dos razones: porque la recaudación este año viene mejor y por la devolución del 15% de coparticipación (negociada el año pasado).

Así las cosas, entienden que todas están recibiendo entre un 60% y 90% más.

En la lista de quienes apoyan el reclamo de Vidal en el Congreso aparece la vicepresidenta, Gabriela Michetti. En lenguaje político, más fondos a ser volcados al territorio bonaerense se traducen en más gobernabilidad y beneficios dirigidos justamente a la provincia con mayor caudal electoral.

Con esos fondos adicionales, Vidal cree que no tendrá problemas para asistir a los municipios, invertir fuerte en infraestructura para generar más empleo y mejorar sustancialmente la situación económica y política.

«Cuando se definió la coparticipación, al principio de la democracia, se perjudicó a nuestra provincia y por eso se creó el Fondo. Buenos Aires aporta casi el 40% de los recursos nacionales y apenas recibe el 18%», insiste Vidal.

Reparto post-sciolista

El controvertido fondo está compuesto por el 10% de la recaudación del Impuesto a las Ganancias. El problema principal es que desde 1997 quedó establecido un monto fijo para la provincia de $650 millones y, de existir un sobrante, se distribuye entre el resto de las jurisdicciones.

Esta cifra permanece invariable desde aquel momento y ha dado lugar a que casi todos los otros distritos perciban en la actualidad más dinero.

Además, ese monto es nominal, no fue ajustado por parámetro alguno, lo que hizo que se «licuara» con el paso de los años por dos razones: la alta inflación del período kirchnerista y la escasa vocación del ex gobernador, Daniel Scioli, por ir al choque con el gobierno de Cristina Kirchner.

Hoy día, pocos ponen en duda que la provincia de Buenos Aires no esté siendo «discriminada»  por la coparticipación y no se vea afectada por una prolongada asfixia financiera.

Tal es así que la propia Cristina Kirchner -cuando intentó convencer a Florencio Randazzo de que se postulara a gobernador-, le prometió que modificaría la cuota que cobraba la provincia del Fondo del Conurbano.

Los gobernadores de la mayoría de las jurisdicciones saben que el fallo de la Corte saldrá en estos días y que no les deparará buenas noticias.

Resignados, buscan que los recursos a ser reintegrados a Buenos Aires no salgan de la masa a distribuir.

Por lo pronto, muchos ya han enviado sus opiniones al Máximo Tribunal y apuntan a un claro objetivo: que el Congreso dicte una nueva ley que deje conforme a todos.

Creen que dentro del pacto para reducir el déficit fiscal promovido por el Gobierno nacional, puede dar a luz una normativa en el Congreso a ser refrendada luego por las distintas legislaturas provinciales.

El contra-reclamo

En medio de esta puja, varias jurisdicciones prepararon su contraataque.

Piden que la Nación les devuelva los fondos que le fueron retenidos de su cuota de coparticipación para financiar a la ANSES.

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, es partidario de crear una mesa de trabajo y recuerda que, del mismo modo, Nación y provincias lograron que los distritos acordaran un 3% más de recursos. «Está claro que hay algo que no está bien, hay una ley que se llama Fondo del Conurbano Bonaerense que va a todo el país menos al conurbano bonaerense, cosa que ocurre hoy», recalca el funcionario.

En otro orden, entiende que la discusión impositiva debe formar parte de una agenda más abarcativa: la de las reformas estructurales, que ganará impulso luego de las elecciones legislativas.

El caso en la Corte y en el Congreso

Creado en 1992 para compensar a la Provincia por el recorte de su cuota de coparticipación federal de impuestos, el «caso» del Fondo del Conurbano ya está en su fase definitoria.

Vidal quiere que se elimine el tope de $650 millones. De lograr una sentencia favorable de la Corte, percibiría más de $50.000 millones. Por cierto, se la ve muy optimista sobre su resolución.

Para presentar la demanda, los letrados bonaerenses tuvieron en cuenta que fue también el Máximo Tribunal el que dictaminó en favor de Santa Fe, Córdoba y San Luis la disputa por el 15% de recursos coparticipables que la Nación le sustraía a las provincias.

La demanda implica el fin de esa quita y que «se condene» al Estado a reintegrar las sumas, con intereses, que retuvo indebidamente entre 2010 y 2015. Por límites de los plazos legales, lo correspondiente a los años anteriores ya no puede ser reclamado.

Mientras se espera la sentencia, en el Congreso comenzó a analizarse un proyecto de ley de responsabilidad fiscal que apunta a que las provincias reduzcan sus déficits.

Este debate se da en un contexto de por sí cambiante, producto de:

– Las elecciones legislativas de octubre, que alterarán la composición de ambas cámaras

– El debate por el reparto del excedente del FCB, la coparticipación del Impuesto al Cheque y el financiamiento de las cajas previsionales que quedaron en manos de las provincias por parte de ANSES

¿Qué busca el macrismo? Aprovechar la movida para darle impulso a una reforma tributaria integral y a una nueva ley de coparticipación, tema que está pendiente desde hace más de 20 años.

El Ejecutivo intenta demostrarles a los gobernadores que estos cambios no les harán perder fondos a las provincias, ya que la porción de la torta de dinero que reciben ahora es mucho menor a la que correspondería.

Claro que las fuerzas, de un lado y del otro, se medirán con más precisión luego de las urnas de octubre.

Con el resultado de los comicios sobre la mesa, se sabrá en cuánto pudo el macrismo aumentar su poder de fuego en el Parlamento.

Hoy día cuenta con unos 90 diputados y 15 senadores. De repetirse los resultados de las PASO, quedaría con 105 y 26, respectivamente.

El oficialismo sólo gobierna en cinco de los veinticuatro distritos del país: Buenos Aires (Vidal), Mendoza (Cornejo), Corrientes (Colombi), Jujuy (Morales) a los que se suma la Ciudad de Buenos Aires (Rodríguez Larreta).

Por cierto, en las legislaturas provinciales no sólo no tiene mayoría sino que ni siquiera se acerca, tal como ocurre en la provincia de Buenos Aires.

Este punto es clave, ya que no sólo necesita la luz verde del Congreso para aprobar una ley sino que esta clase de normativas (que involucra a fondos de las provincias) debe ser refrendada explícitamente por todas las legislaturas.

Los próximos días el ambiente político se verá fuertemente alterado. Habrá advertencias de mandatarios provinciales sobre los riesgos que trae aparejada la sentencia y muchos querrán apurar la reunión con Macri.

Del otro lado del mostrador estará Vidal, que ya viene haciendo cuentas sobre todo lo que podría hacer si finalmente recibe esa inyección de dinero. Será un gran espaldarazo en lo económico y, claro está, en materia de posicionamiento político.

Fuente: www.iprofesional.com

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