El represor dijo que hay una «encarnizada persecución» por la actuación de las Fuerzas Armadas. La referencia al caso Maldonado.
El marino represor Alfredo Astiz, conocido como el «Ángel de la Muerte» y figura emblemática de la última dictadura, afirmó que «nunca pedirá perdón por defender a la Patria» y denunció el «terrorismo judicial» y la «encarnizada persecución» por la actuación de las Fuerzas Armadas en lo que definió «la guerra sin tiempos», en el tercer juicio por los crímenes ocurridos en la ESMA.
Canoso, de traje y con una escarapela en la solapa, Astiz habló ante el Tribunal Oral Federal Nº 5 en el final del tercer juicio que se realiza por violaciones de los derechos humanos en la ESMA.
En un descargo de más de una hora, el delincuente consideró «aberrante» este «ilegítimo juicio», según informó la agencia DyN.
Astiz sostuvo que «una orangutana tuvo más derechos que los uniformados que prestaron servicio en los años 70 a los que se alojó en celdas no aptas para animales», tras remarcar: «Quieren hacer creer que tenemos todos los derechos legales, sin poseer ninguno, pero siempre simulando que los tenemos».
«Este ilegítimo tribunal me podrá dictar una falsa condena a prisión perpetua, que virtualmente puede ser a muerte. Pero lo que no va a poder hacer es que crea que esto es serio. Citando a Platón, la peor forma de justicia es la justicia simulada», añadió.
Astiz ya fue condenado a perpetua por violaciones de los derechos humanos, incluso por crímenes ocurridos en la ESMA. Su delito más reconocido durante la dictadura fue la infiltración en el grupo de la iglesia de la Santa Cruz, donde fueron secuestradas las dos monjas francesas -compañeras de la recientemente fallecida Ivonne Pierron- y las principales referentes de las primeras Madres de Plaza de Mayo.
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