Argentina no pudo de local con Perú y deberá jugarse todo en la última fecha

Empató 0 a 0 en la Bombonera y ahora deberá ganar en Ecuador para poder ir a Rusia.

La casa es nueva. El equipo y el esquema, también. Argentina juega un partido clave frente a Perú en la Bombonera, en la penúltima fecha de las Eliminatorias Sudamericanas. Necesita Jorge Sampaoli ese triunfo que se le niega desde el debut oficial, el 31 de agosto, en Montevideo y frente a Uruguay (0-0).

Es cierto que con él la Selección no perdió (luego empató con Venezuela en la cancha de River), pero tampoco mostró volumen de juego ni goles (el del 1-1 con los venezolanos fue convertido en contra) y por eso está en deuda.

El equipo se conoció 40 minutos antes del inicio del partido. El técnico informó que los once para jugar frente a Perú eran Romero; Mercado, Otamendi, Mascherano, Acuña; Biglia, Banega; Di María, Messi, Papu Gómez; Benedetto. Y dejaba a Emanuel Mammana, Pablo Pérez y Lautaro Acosta afuera del banco.

En las tribunas de la Bombonera, que vuelve a ser la casa de la Selección tras casi 20 años, se palpitaba un clima de final. Los jugadores pudieron saborearlo, primero, en el precalentamiento. Y la gente, rápidamente, le dio su apoyo a Messi: primero, coreándolo; luego, desplegando banderas en el sector de la 12 para el capitán cuando el equipo saltó a la cancha.

Desde el inicio, Argentina se hizo cargo de la presión y dominó. Bien abierto por las bandas, se mostraron muy activos Acuña y Gómez en la izquierda, aunque la primera situación clara llegó por la derecha, con un centro pasado de Mercado al que Benedetto no llegó.

A los 13 minutos, volvió a arremeter Argentina. Tras un córner desde la izquierda, cuando todos esperaban el centro, Di María sorprendió y jugó para Messi. El remate del capitán era una chance concreta de gol, pero la pelota dio en un defensor rival. En la siguiente jugada, Biglia cortó una contra y se ganó una amarilla por una fuerte falta.

El dominio de Argentina, sin embargo, no pudo lograr que no se repitiera una situación que poco le conviene al equipo: Messi retrocediendo a la mitad de la cancha para buscar la pelota. La Pulga, además, aparecía siempre rodeado por al menos dos rivales, lo que dificultaba que fuera una opción limpia de pase.

La media hora de juego pasó sin goles y con una mala noticia que llegó del otro lado de la Cordillera: Chile le ganaba a Ecuador y, así, Argentina caía al sexto puesto, fuera incluso del repechaje.

Las situaciones de gol, encima, no abundaban. A los 32 minutos probó el Papu Gómez, con un remate de zurda al primer palo, pero la respuesta de Perú era aún más peligrosa. A los 34, Farfán aparecía a espaldas de Otamendi, le ganaba la posición a Mascherano y, frente a frente con Romero, remataba desviado.

Argentina apretaba. Consciente de lo que pasaba en Chile, necesitaba el gol y allí fue a buscarlo Messi, a los 38 minutos. El capitán probó al arco y su remate se fue muy cerca del primer palo, en una gran ocasión para la Selección.

Pero lo que no logró Messi ni el resto de sus compañeros fue anotar un gol en los primeros 45 minutos. Lo intentó, sí, hasta el final. Fue cuando el capitán vio a Benedetto en el área y lo asistió. Sin embargo, el cabezazo del delantero de Boca no fue certero y la pelota se perdió por arriba del travesaño.

Los últimos 45 minutos llegaron con una variante y una jugada increíble. Rigoni ingresó por Di María y, a los treinta segundos, el palo salvó a Perú. Mascherano jugó para Messi, que bajó la pelota para Benedetto, cuyo tiro dio en el pecho del arquero Pedro Gallese. El rebote le quedó al 10, que probó al arco y se encontró con el poste. En la siguiente, Biglia sacó el remate y el arquero, con otra gran intervención, estiró su mano derecha y la descolgó del ángulo.

La figura de Gallese se agigantó a fuerza de las situaciones de Argentina. Messi, otra vez, vio libre a un compañero. Le cedió su juguete más preciado al Papu Gómez, quien, en lugar de devolverle la pelota al rosarino, optó por el remate que tapó, otra vez, el arquero. A los 16, La pulga hizo una gran jugada individual y habilitó a Rigoni, que no pudo definir cómodo.

Pero a Sampaoli se le venía otra mala noticia. Después de cinco minutos en cancha, cuando reemplazó a Banega, increíblemente Gago se lesionó solo. Aunque intentó seguir, tuvo que salir («Son los cruzados», afirmó) y dejó a la Selección sin cambios, ya que en su lugar ingresó Enzo Pérez.

Todavía quedaban 25 minutos pero Argentina ya sabía que iba a morir con esos once hombres en cancha y sin posibilidades de recambiar el ataque, donde Benedetto volvía a fallar una definición.

Desordenada, la Selección le dio espacios a Perú, que se animó a buscar el gol. Pero no llegó. En los minutos finales, Messi tuvo un tiro libre que neutralizó la altura de los peruanos, mientras que Guerrero tuvo en sus pies la última oportunidad de romper el cero.

Argentina quedó con 25 puntos y esos escasos 16 goles a favor (15 en contra) que sigue sin poder engrosar. Si el martes le gana a Ecuador, que con 21 puntos ya no tiene chances de ir al Mundial, llegará a 28, los mismos que ahora tiene Uruguay, segundo de la Eliminatoria. Claro que para obtener su boleto directo a Rusia deberá observar lo que ocurra en Paraguay, donde el local recibirá al eliminado Venezuela, en Brasil con Chile y lo que suceda con Colombia en su visita a Perú.

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