A pesar de la masiva evacuación, las autoridades se esforzaban aún por convencer a los vecinos que se negaban a abandonar el perímetro de seguridad sin su ganado, la única forma de subsistencia.
Esta última cifra de desplazados casi duplica el registro de residentes dentro de la zona de seguridad alrededor del volcán, que es de 62.000.
Por su parte, el director de información de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB, por sus siglas en indonesio), Sutopo Purwo Nugroho, aclaró que los animales son una de las razones por la que algunos habitantes se niegan a salir de la zona establecida en un radio de hasta 12 kilómetros alrededor del cráter.
«A menudo es difícil evacuar a la gente de sus hogares. Incluso cuando el volcán entra en erupción, los residentes no se van por varias razones, una de ellas es conservar las vacas», dijo Nugroho en un comunicado, citado por EFE.
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