La joven había ahorrado el equivalente a casi 1.800 dólares. Se los gastaron en indumentaria femenina durante el fin de semana.
Indignación en México. Alejandra, una de las más de 300 víctimas fatales que se cobró el terremoto que sacudió en septiembre a México, fue víctima de un delito, incluso después de muerta. Le robaron la tarjeta de débito y se gastaron todos sus ahorros.
La denuncia fue realizada por María del Rosario y Vicente Cristóbal, padres de la joven de 24 años. Ellos sabían que su hija había logrado ahorrar 35 mil pesos mexicanos, el equivalente a 1.761 dólares. Pero se sorprendieron cuando desde el banco les advirtieron que en la cuenta sólo quedaban 11 mil pesos (USD 600).
“Eran todos nuestros ahorros, mi hija iba depositando de a 100 ó 200 pesos cada vez que podía”, lamentó Vicente, quien trabaja como portero del edificio que se desplomó y en el que murió su hija. “Sabíamos que había 32 mil pesos ahorrados, pero encontramos que ya alguien los había tomado en medio del desastre”.
Según consignó Televisa, los padres fueron a la sede del banco HSBC. Allí, los empleados les mostraron en qué se habían gastado los ahorros de su hija y cuándo. Los consumos fueron en tiendas de indumentaria femenina como Zara y Best Buy y las compras se realizaron el fin de semana pasado, aprovechando la conmoción que causó el segundo terremoto en país azteca.
El banco sólo se comprometió a iniciar una investigación para poder dar con quien hizo las compras, mientras que la empresa Best Buy anunció, frente al escándalo mediático que causó la noticia en México, que le devolverán el dinero. «Lamentamos la situación de la familia Vicente Cristóbal. Identificamos la transacción y procesamos el reembolso a la tarjeta de origen».
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