La víctima tiene 17 años. Sospechan que el remisero la «entregó». Sucedió en Pergamino, Buenos Aires.
Habían pasado las 5 de la mañana del domingo cuando la adolescente salió del boliche al que había ido con sus amigos en la zona céntrica de Pergamino. Antes de volver a su casa, pasó por una panadería para llevar el desayuno y, después, tomó un remis. Tenía que hacer unas 20 cuadras, pero a mitad de camino el chofer se desvió en dirección a la cancha del club Trafico’s Old Boys. Ahí fue cuando empezó el calvario.
Dos hombres aparecieron en moto y bajo amenazas de muerte la obligaron a bajar del auto y la llevaron hasta un descampado. En ese lugar, los dos la violaron por turnos hasta que se cansaron y escaparon dejándola abandonándola. El remisero había desaparecido también.
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Una pareja que caminaba por la zona la rescató y la alcanzó hasta su casa para que pudiera calmarse. Recién entonces, con su familia, hizo la denuncia y la trasladaron al Hospital San José, donde los médicos confirmaron las lesiones compatibles con el abuso sexual.
Por su parte, desde la agencia de remises desmintieron que el chofer que llevó a la chica pertenezca a su flota de trabajo. «Tenemos cámaras tanto dentro como fuera del establecimiento y no se ve a ninguna joven subir a un automóvil de nuestra agencia. Además, todas las unidades cuentan con monitoreo satelital y no se registró en ningún momento que alguna unidad haya circulado por la zona mencionada”, dijeron.
La sospecha de los investigadores es que la joven podría haber subido a un remis no habilitado y que el conductor podría haber sido cómplice de los dos abusadores, que todavía no fueron identificados y siguen prófugos.
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