Comienza el juicio: las claves del brutal y sádico femicidio de Micaela. Wagner y Pavón se turnaron para violarla

La joven tenía 21 años. Wagner y Pavón se turnaron para violarla y la drogaron con cocaína antes de asesinarla. Hay un tercer imputado por encubrimiento.

Comienza el jueves el juicio oral por el brutal femicidio de Micaela García, la joven de 21 años violada y asesinada en abril en la ciudad de Gualeguay. Por su muerte hay tres acusados: Sebastián Wagner, 30 años; su hijastro, Gabriel Otero, de 21, y su jefe, Néstor Pavón, de 35.

Micaela tenía 21 años. La secuestraron, violaron y mataron cuando volvía de bailar.

“La imputación es la misma para los tres. Es el homicidio triplemente agravado por alevosía, femicidio y criminis causa”, precisó Jorge Impini, abogado de la familia de la adolescente. “Había un cuarto acusado por encubrimiento, el padrastro de Wagner (Fabián Ehcosor, 53). El viernes acordó un juicio abreviado. Se lo condenó a dos años y seis meses de prisión efectiva”, sumó.

 

Fabián Ehcosor, padrastro de Wagner, aceptó el juicio abreviado: cumple dos años y seis meses de condena efectiva.

Wagner fue el primer detenido y se quebró ante el fiscal. No sólo reconoció el asesinato y la violación, sino que además señaló a su jefe, Pavón como coautor. Quien hizo caer a Otero fue un testigo.

 

Sebastián Wagner se quebró y confesó el femicidio de Micaela. Involucró a su jefe.

“Es muy duro para la familia. Al principio, estaban muy confundidos y tratando de sobrevivir a esta situación”, advirtió el letrado, y anticipó: “Corresponde perpetua por cada uno de los atenuantes, así que confiamos en que vamos a poder conseguirla”.

 

Néstor Pavón, dueño de la gomería en la que trabajaba Wagner, también podría enfrentar una perpetua.

Drogas en exceso, cacería, turnos sexuales y muerte. Esos son los ejes que atravesaron la confesión de Wagner, principal acusado por el femicidio de la joven entrerriana que fue secuestrada el primero de abril cuando volvía de bailar.

El hombre, que estaba bajo libertad condicional por una condena de 9 años de prisión por otros dos casos de violación, detalló lo que ocurrió esa noche y confirmó las sospechas del fiscal: no actuó solo. Fue ese el momento en el que involucró a Pavón.

 

Wagner había dicho que consumió mucho alcohol y que estaba bajo los efectos de las drogas, debido a su adicción a la cocaína. Según los testigos, en más de una oportunidad se quebró y lloró ante el fiscal Ignacio Telenta.

En su relato, detalló la madrugada del horror. Confesó haber abusado y asesinado a Micaela junto a Pavón, aunque nunca mencionó a su hijastro. Ambos salieron a dar vueltas en la camioneta Renault 18 break. Luego de una noche de excesos, manejaron por el centro y se cruzaron con Micaela, que volvía a su casa «pateando», tal como escribió en el último mensaje que le envió a su novio.

 

Los hombres la metieron en la camioneta a la fuerza. En el trayecto al balneario Paso de Alonso, Wagner y Pavón se turnaron para violarla y la mataron. Una vez en ese lugar arrojaron el short y la remera de la víctima, junto a una soga que habrían utilizado para retenerla.

 

A Micaela la encontraron sin vida a dos kilómetros y medio de ahí, camino a la localidad de Victoria, en un campo de espesa vegetación. Estaba desnuda y semi enterrada.

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