Bullying: Si no haces nada sos parte

 

En todos los aspectos de la vida cuando miramos para otro lado, y no nos involucramos, terminamos siendo parte del problema y en el peor de los casos “cómplices”.

Cuando los niños comienzan a sociabilizar en la escuela, surgen como en todas las relaciones afectos, compatibilidades, coincidencias. Pero también desencuentros, diferencias, y al no resolverse correctamente,  conflictos. Desde sus familias, los niños y adolescentes traen a las escuelas distintas costumbres y modos de abordar las relaciones.

Es en este escenario, el escolar, donde nuestra tarea docente cobra un rol fundamental. Porque más allá de instruir, tenemos responsabilidades en educar en valores que lamentablemente, no siempre se hablan, se construyen en las familias.

Educar en solidaridad, en respeto, en aceptación del otro a pesar de las diferencias, en compañerismo, y desalentando la competencia, el individualismo, la intolerancia, la burla, la violencia, el egoísmo, la homofobia, la xenofobia. Es en esta etapa donde se forman los futuros ciudadanos que tendrán la oportunidad de construir una sociedad justa, plural, tolerante, inclusiva, con igualdad de oportunidades para todos.

Ante los conflictos, llámense acoso escolar (bullying) – cuando es sostenido y sistemático en el tiempo hacia la misma persona -, maltrato, discriminación, es donde los adultos debemos intervenir rápida y eficazmente.

Si los adultos intervenimos estas situaciones deben cesar. Y lo mejor es hacerlo dentro de las escuelas, con la comunidad educativa, y si no tenemos herramientas, buscar rápidamente ayuda en las autoridades ministeriales, profesionales, asociaciones que aborden la temática desde el amor, desde el compromiso,  con profesionalidad, no haciendo de la misma un comercio o un show mediático.

Los medios tienen en esto una gran responsabilidad, la de hacer visible el tema abordándolo con veracidad y profesionalismo.  El bullying cuando se manifiesta y no se resuelve a tiempo duele y mucho.

Puede dejar huellas en las víctimas,  victimarios y espectadores (voluntarios o involuntarios) que podrán afectar sus futuras relaciones de adultos (laborales, familiares, sentimentales, profesionales) de por vida. El bullying, duele, lastima, hiere, derrumba la autoestima, y en el peor de los casos puede terminar trágicamente.

La escuela, es sin dudas la mejor etapa de nuestras vidas, donde se construyen los afectos, las amistades, los valores, la ciudadanía, donde nos instruimos y educamos, donde debemos pasarla bien. No dejemos que ir a la escuela sea un sufrimiento para nadie, porque “Si nos reimos, nos reímos todxs”.

 

(*) Director Instituto Superior “Zona Oeste”

Fundador Asoc. Civil  “Si nos reímos, nos reímos todxs”

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