Referentes de SAGAI se reunieron en Posadas para debatir políticas de desarrollo cultural

Un grupo de actores, Daniel Valenzuela, María Fiorentino, Arturo Bonín y Juan Carlos Ricci, miembros de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Gestión de Actores e Intérpretes (Sagai), que preside Pablo Echarri, estuvieron en Posadas para reunirse con referentes de la cultura local, e interiorizarse sobre la producción de contenidos. Además, buscando establecer una sede de la Sagai en la tierra colorada que les permita gestionar y administrar.

 

Con ese objetivo los artistas explicaron el trabajo que realiza la Sociedad Argentina, que defiende los derechos intelectuales de actores y bailarines y marcaron su disconformidad con las políticas actuales del Gobierno nacional, especialmente por la falta de desarrollo de la cultura.

 

«Estamos recorriendo el país dando a conocer de qué trata Sagai, nos contactamos con el Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones (IAAviM) que dirige Axel Monsú, y tenemos ganas de instalar la Sagai -que funciona hace once años- a nivel federal. Ese es el motivo de este viaje, estamos tratando de participar en un ida y vuelta con los actores del interior de nuestro país, conociendo sus realidades, para tratar de sumarlo a esta empresa que es la sociedad de gestión», señaló el actor nacido en Misiones, Daniel Valenzuela.

 

«La situación en el campo audiovisual no es alentadora»

 

Advirtieron que no conocen el panorama de los actores misioneros; pero en general, la situación en el país con respecto a lo audiovisual no es muy alentador. «Prácticamente no hay producción nacional, no la hay en el epicentro de esa producción que es la capital federal; quizás haya más producción aquí y en Córdoba que en la Ciudad de Buenos Aires», destacaron los actores.

 

Hicieron hincapié en el reclamo de que no se puedan hacer más producciones por una decisión política. «En realidad creemos que debe haber una decisión política cultural. Vamos a apoyar todo lo que sea necesario para tener más trabajo; pero no depende de nosotros desde Sagai gestionar trabajo, lo que hacemos es administrar el derecho de intérpretes de los actores que trabajan».

Cuestionaron el accionar del Incaa con algunas producciones que se realizan. «Está pasando algo dentro del Instituto de Cine que no está muy claro en función de los subsidios y de los créditos; pero algunas películas sí se están realizando».

 

Con el gobierno anterior existía un proyecto cultural

 

Los actores coincidieron en que la comunidad artística ve que con el Gobierno anterior había un proyecto cultural, que posibilitó a que todos los realizadores del país pudieran hacer su trabajo, dar talleres; algunos sus primeras miniseries, y eso ya no está más. «Eso se fue cortando, y  tiene que ver con una política cultural equivocada, o con una decisión política que ahora no está más, y que verdaderamente generaba tanto en los técnicos como en los actores verdaderas fuentes de trabajo, y nosotros también podíamos reconocernos en esa identidad que tiene que ver con nuestro país, porque la historia la contaba la gente del lugar. Por ejemplo no recurrían a actores capitalinos para contar una historia en

Posadas o en Córdoba, y eso ya no está», fustigó Arturo Bonín.

 

Los actores que hacen cine además están peleando por la cuota de pantalla dentro de lo que significa Sagai en la multisectorial, que es donde están representados todos los sectores culturales, y hoy esa cuota está trabada.

 

«El cambio en el Incaa quedó como en una zona muerta»

 

Al ser consultados sobre la diferencia de gestión frente al Incaa, entre Alejandro Cacetta, y la presidencia actual de Ralph Haiek; respondieron que Cacetta es una persona relacionada con el cine, es productor cinematográfico, trabajó mucho tiempo en Patagonik, «sin embargo el presidente actual, amigo personal de Macri (fue titular de BACA -Consorcio de Empresas del Distrito Audiovisual de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires- e inversor de Selecta TV la primera plataforma audiovisual de OTT dedicada a ofrecer programas de música clásica en la web, celulares y smartv) dice que tiene un montón de ideas, tuvimos reuniones reuniones con él; pero en la práctica es muy poco lo que hizo»,

 

En ese sentido, la actriz María Fiorentino, expresó que no se puede apreciar mucha diferencia, porque con el cambio de gestión el Incaa quedó como en una zona muerta, una zona de suspenso.

 

«Ninguno de nosotros sabía qué iba a suceder con el Incaa, hubo como una suerte de proceso con perdón de la palabra, como El proceso, la novela de Kafka, donde según los productores los guiones y los proyectos, iban y venían hasta que de pronto sucedió que en Semana Santa echaron a Casetta, y también a Pablo Rovito como rector de la Enerc, que no es un cargo político, sino que lo ganó por concurso y puedo dar fe personalmente, del gran trabajo que se hizo en esa escuela de cine dependiente del Incaa.

 

Sagai busca tejer redes

 

Tanto Bonín, como Valenzuela, Fiorentino y Ricci coincidieron en que desde que cambiaron las autoridades del Incaa, y en realidad desde que asumió Macri como Presidente, las realizaciones audiovisuales, y el cine «cayeron en una zona de gran incertidumbre, y por supuesto opera en todos nosotros. Hablo en nombre de muchos de los que no están acá, hay una suerte de cansancio, porque en la semana en la que se produjo el cambio de Casetta y la renuncia de Rovito, fueron siete días de estar reclamando en la calle, literalmente hablando, y todos tenemos, o trabajo, o que buscar trabajo, cosas que hacer y familias, y no podemos estar todo el tiempo pidiendo o protestando en la calle. Así está el panorama. Nosotros tenemos que seguir trabajando», indicó la protagonista de la película «Cenizas del Paraíso».

 

Agregó que en Misiones quieren establecer contactos, porque «creemos que es lo mejor, y como mujer, tengo mucha más facilidad que los hombres, de tejer rápidamente redes, y creo que lo que nosotros estamos haciendo con Sagai federal es tejer una red para estar todos mucho más comunicados y poder ir juntos hacia un mismo objetivo».

 

«Hay un 40% menos de trabajo para actores y actrices»

 

Una de las grandes preocupaciones de Sagai es la falta de trabajo de muchos actores y actrices y sus consecuencias; según datos estadísticos de la Asociación Argentina de Actores, hay un 40% menos de trabajo. «Nosotros lo medimos por recaudación, y eso repercute en nuestro servicio médico, por ejemplo. Tenemos una obra social que es bastante acotada por su cantidad de afiliados; a eso hay que sumarle que no todos los afiliados trabajan de manera permanente, por ende no siempre pueden aportar»,

subrayaron.

 

Y la verdad es que se genera todo un espiral «bastante nefasto y nosotros estamos peleando por más fuentes de trabajo tratando de ser lo más creativo posible, y de llevar adelante conjuntamente con otros sectores de la cultura, alguna apertura y para tratar de entender, pero esto choca con el proyecto político indudablemente, pero vamos a seguir insistiendo, vamos a seguir dando pelea, esto es así. No queda otra que seguir en la lucha», se esperanzaron.

 

Preocupación por la continuidad de Teatro por la Identidad

 

El actor Arturo Bonín forma parte históricamente de Teatro por la Identidad desde hace 17 años, nunca estuvo en la comisión directiva por un tema ético: su esposa forma parte de la comisión desde los inicios, «y nos parecía desproporcionado que los dos estuviéramos ahí, pero soy un colaborador constante.

 

El próximo lunes terminamos con un ciclo denominado «Idénticos» que se presenta en el Multiteatro y tenemos la preocupación de que todo lo que se venía haciendo hasta ahora está un poco limitado por la falta de respuesta que hay desde el gobierno de la Ciudad, que se comprometió a subsidiar el Teatro por la Identidad, lo hizo durante muchísimo años y que consistía en solventar una oficina, una secretaria, una computadora y un teléfono, por una cantidad de dinero extra para que esto siga vivo y tener la posibilidad de que funcione el

Teatro por la Identidad porque durante los dos primeros años de su existencia que fue en el 2000 y 2001 nos juntábamos en mi casa hasta que salió el subsidio para la oficina, que ahora se ve complicado por la falta de respuesta que hay por parte del Gobierno de la Ciudad».

 

No obstante eso, con Susana Cart, la administradora del Teatro por la Identidad, están ajustando cuentas como para que esto pueda seguir existiendo.

 

El teatro siempre brinda respuestas en épocas de crisis

 

«El Teatro por la Identidad es uno de los trabajos más hermosos y dolorosos que me tocó hacer en mi vida, y que nunca hubiese querido hacer; pero el compromiso es estar arriba del escenario todos los años; no solamente con el Teatro por la Identidad, sino también con el Teatro por la Identidad Itinerante hasta que aparezca el último nieto», aseguró Arturo Bonín.

 

Este es el panorama que viven los actores, «es triste; pero el teatro siempre da respuestas en épocas de crisis. Es el refugio natural que tenemos los actores y actrices, por eso hay una gran proliferación de propuestas teatrales, una cantidad de espectáculos en cooperativa.

 

Y el teatro es nuestro refugio colectivo y solidario, y es el lugar donde nos encontramos confiados

 

En el escenario ponemos la espalda con los compañeros sabiendo que no nos va a clavar un cuchillo, a menos que esté en el guión, y aún así nos vamos a poner de acuerdo para que no nos lastime», graficó el actor de Vidas Robadas.

 

Destacó que la producción televisiva y cinematográfica mermaron considerablemente, pero el teatro está floreciente en ese sentido. A veces no alcanza como recurso para subsistir, pero son los lugares de resistencia que tienen los actores.

 

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