«La comida no se tira», la iniciativa de Plato Lleno Posadas que busca ser ley en Misiones

Agustina de Llano, integrante de la asociación Plato Lleno Posadas, contó que la idea que tiene sus voluntarios en varias ciudades del país e incluso países de Sudamérica, surge a raíz de la necesidad de dar utilidad a los excedentes de alimentos, destinándolos a entidades benéficas, comedores, merenderos y hogares de la ciudad. La semana pasada se presentó un proyecto de ley en la Cámara de Diputados de la provincia para dar un marco legal a una propuesta que día a día suma voluntarios.

 

En Misiones OnLine TV Agustina contó que todos los que quieran sumarse a la actividad pueden hacerlo ya que es grande la logística que se utiliza tanto para los rescates, la clasificación y finalmente el reparto de los alimentos. “Somos un grupo grande y lo que hacemos es por redes sociales estar atentos para cuando nos avisan de un excedente para montar el operativo de rescate. Se verifica la calidad de los alimentos y la cantidad porque hay un mínimo que se tiene como referencia que son los diez kilos porque muchos de los beneficiarios tienen 100 o 500 personas y la idea es que pueda ser útil para ellos. En promedio es una hora y media lo que se tarde desde el rescate hasta su destino final”, dijo Agus.

 

Para estos procedimientos los voluntarios se organizan, uno pone el móvil, otros la mano de obra y así pueden cumplir con los objetivos. “Siempre nos preguntan cómo pueden ayudarnos y es sencillo. Ayudándonos con el papel film, guantes, barbijos o bandejas que se utilizan o lo más valioso de todo: su tiempo”, añadió.

 

Un marco legal para la movida solidaria

 

A través del Partido Agrario y Social los voluntarios de Plato Lleno Posadas, elaboraron y presentaron en la Legislatura un proyecto de Ley para regular y posibilitar la donación voluntaria de excedentes de alimentos en forma segura y masiva, con el fin de hacer realidad con más fuerza el lema: «La comida no se tira».

 

El proyecto de ley deberá ser discutido en las comisiones respectivas en la Cámara de Diputados a las que esperan poder asistir los voluntarios de Plato Lleno para explicar su necesidad. “Hay gente con carencias alimentarias y hay comida que está en excelente estado para ser consumida, pero se termina tirando a la basura” resumieron los protagonistas del rescate de más de diez mil kilos de comida en Posadas en los dos últimos años.

La propuesta de ley prevé un mecanismo regulador de las donaciones de alimentos aptos para ser consumidos, y que establece obligaciones y parámetros, pero también contempla incentivos.

 

La comida no se tira

 

Uno de los puntos más interesantes, sobre todo para supermercados, mayoristas, empresas distribuidoras, hoteles, restaurantes, etc. es la limitación de la responsabilidad civil de los donantes en caso de que cumplan los requisitos y se encuentren debidamente inscriptos en un registro especial. Este punto es uno de los más reclamados a la hora de negar la donación por temor a demandas judiciales posteriores.

 

Como contrapartida, otro artículo del proyecto prohíbe expresamente que se tire a la basura el excedente de comida en cantidades consideradas aptas para donación, es decir más de quince kilos, mientras que la reglamentación deberá determinar el sistema de multas y penas en caso de incumplimiento.

Respuesta legislativa a una realidad que duele

El Régimen Provincial para la donación de alimentos propone crear un registro de donatarios y otro de donantes y establece requisitos y estándares que ambos deben cumplir para asegurar la llegada de la comida en condiciones óptimas a las personas en situación de vulnerabilidad. También establece una serie de exigencias para la manipulación de estos alimentos y su distribución, y una quita parcial de impuestos provinciales para los donantes debidamente inscriptos en períodos determinados.

Los autores estiman que una vez vigente, el régimen posibilitará la donación de varios miles de kilos de alimentos excedentes más que los que ya se rescatan voluntariamente.

Se trata de alimentos que no se pueden comercializar por fallas en el empaquetado, por roturas, etc, especialmente en cadenas de supermercados, hipermercados, mayoristas, etc, los que pese a estar en óptimas condiciones para ser consumidos, van a parar a los contenedores.

La Argentina desperdicia 16 millones de toneladas anuales de alimentos, a razón de 38 kilos per cápita, según investigaciones del Ministerio de Agroindustria de la Nación, a pesar de que hay 13 millones de argentinos por debajo de la línea de indigencia, destaca el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA).

 

Los interesados en más información pueden ingresar al Facebook Plato Lleno Posadas.

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