Los Pumas volvieron a perder con Sudáfrica por el Championship

El conjunto nacional comenzó ganando en Salta, pero los visitantes se hicieron fuertes en momentos claves y ganaron 41-23. El 9 de septiembre se medirá ante los All Blacks por la tercera fecha del torneo.

El partido estaba 17-13 para Sudáfrica y los Pumas atacaban a un metro del in-goal, pero les sacaron la pelota de las manos y la jugada terminó en try del otro lado. Esa imagen y la de Lavanini y Leguizamón peleándose con dos rivales resumen lo que fueron los Pumas: un equipo desordenado e indisciplinado. Todo lo contrario a lo que exigía el manual ante un equipo de primer nivel. Aun en una tarde muy imprecisa, los Springboks terminaron dominando ampliamente y fueron claros ganadores.

La derrota 41-23 ante Sudáfrica en su segunda presentación en el Rugby Championship marca para los Pumas un nuevo paso hacia atrás y deja en evidencia, tal como ocurrió hace una semana en la caída en Port Elizabeth, que están lejos de las potencias.

Ni siquiera el hecho de haber regresado a esta ciudad que tan buenos recuerdos les traen, ni el aliento de los 17.000 espectadores que apareció cuando el equipo insinuó una remontada, ni el clima ideal, ni la tarde poco inspirada de los sudafricanos sirvieron de bálsamo para generar una recuperación, no ya en el resultado pero al menos en el rendimiento. La misión ahora, de cara al segmento más exigente del certamen (la gira por Nueva Zelanda y Australia) será mantener el ánimo pese al tobogán descendente en que se encuentran, con once derrotas consecutivas ante equipos del Tier 1.

No se puede achacar la derrota a una falta de actitud, pero sí a un enfoque erróneo de dónde concentrar la energía. Los Pumas terminaron con catorce hombres por la expulsión de Tomás Lavanini por dos amarillas (una por tacklear sin usar las manos y otra por knock-on intencional en jugada de try) y sufrieron también la amonestación a Juan Manuel Leguizamón, quien pagó por la reiteración de infracciones al final del primer tiempo.

Los Pumas se mantuvieron en partido casi hasta el final en parte porque también sacaron provecho del desorden. Se salvaron de un try que el TMO anuló por pase hacia adelante y llegaron dos veces al try tras recuperar pelotas sueltas después de sendos kicks, pero más allá de eso no generaron mayores cosas en ataque.

Ahora habrá una semana de descanso y el próximo sábado el viaje a Nueva Zelanda para jugar siete días más tarde con un equipo que está en un momento muy dulce, todavía un escalón más arriba que los Springboks. Para sortearlo con dignidad habrá que cambiar muchas cosas, y no sólo los nombres.

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