Nutrición: Cuando el deseo de adelgazar fácil y rápido nos puede llevar a la muerte

Adelgazar y lograr una figura “soñada” según los ideales de belleza impuestos por nuestra sociedad es, sin dudas, unos de los problemas más frecuentes en un gran porcentaje de la población, tanto femenina como masculina, y, tras el intento constante por cumplir con dicho objetivo, muchas veces corremos riesgos probando métodos “mágicos” tan prometedores como peligrosos, incluso poniendo en juego nuestra propia vida.

Infinitas son las veces que los profesionales de la salud, especialmente del área de nutrición, recomendamos tener precaución a la hora de elegir los métodos para bajar de peso de manera saludable, pero, en muchos casos, dichos consejos son tomados con escasa seriedad, ya que, por ejemplo, decir que nuestra vida corre riesgo por consumir algo para adelgazar parece algo exagerado, hasta que vemos en todos los portales de noticia del país y el mundo, la muerte de una persona a causa de consumir un “alimento” considerado mágico para bajar de peso sin hacer dietas ni ejercicio físico, como es el caso de la “Nuez de la India”.

Entonces, la pregunta que nos deberíamos hacer es: ¿hasta dónde podemos llegar con tal de lograr resultados mágicos e inmediatos sin hacer un esfuerzo, y encima poner en riesgo nuestra salud y la propia vida? Es momento de tomar conciencia de que la “magia” no existe, menos en materia de salud, y que la nutrición es una ciencia con bases sólidas, que conoce el funcionamiento del organismo sano y enfermo y los efectos de los alimentos en él, como así también, cómo adecuar la incorporación de los nutrientes para cada persona y situación específica, para lograr el objetivo deseado, pero poniendo a la salud en primer lugar.

La nuez de la india es solo un ejemplo de los tantos productos que se ofrecen para adelgazar de manera rápida y con el menor esfuerzo. Debemos saber que en Argentina y otros países está prohibida la venta de la misma, por la ANMAT, justamente por ser considerado un producto riesgoso y dañino para la salud de quien la consuma. Entre los principales efectos que produce se encuentra el efecto laxante, provocando fuertes cuadros de diarreas, con la consecuente deshidratación y perdida de electrolitos, principalmente de potasio, cuyo mineral es indispensable para las funciones básicas del cuerpo, como la contracción muscular, incluyendo al corazón, es decir, que puede producir una arritmia o paro cardíaco. Además, produce malestares digestivos, mareos, dolor de cabeza, náuseas y vómitos, desnutrición, mala absorción de nutrientes, entre otros.

Si bien esta información, al día de hoy es bastante conocida, la idea de esta nota es invitar a la reflexión sobre el cuidado de nuestro cuerpo. La obesidad es una enfermedad, como lo es la diabetes o hipertensión, por lo cual debe ser tratada por profesionales de la salud, capacitados para ayudar al paciente a cumplir sus metas, pero, siempre, cuidado su salud y mejorando su calidad de vida. No hay resultado si no hay esfuerzo y compromiso de por medio, lo cual nos debe impulsar a hacer algo por nosotros sin perder la vida en el intento, como lamentablemente sucedió a esta mujer mendocina y, que este terrible caso, nos sirva de ejemplo de lo peligroso que pueden resultar estos métodos.

Lic Romina Krauss

M.P. n° 147

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