Caso Maldonado: las últimas pericias plantean una nueva hipótesis

 

Un rastrillaje con perros mostró que quien haya usado la ropa adjudicada al joven cruzó el río Chubut y no volvió atrás.

Nuevas pericias demostrarían que quien haya estado usando la ropas adjudicadas a Santiago Maldonado efectivamente cruzó el río Chubut en Cushamen y no volvió sobre sus pasos tal como indicó un anterior trabajo exploratorio realizado sobre el mismo terreno aunque en un radio más acotado.

Según pudo averiguar Clarín, el informe final del segundo rastrillaje, llevado a cabo por expertos en criminalística de la Policía Federal, el miércoles 16 de agosto en Cushamen, indica que los perros tuvieron una conducta muy distinta de la primera vez en que los investigadores ingresaron al campo el 5 de agosto. En esta ocasión los canes siguieron un rastro cruzando el río Chubuthasta una distancia de 600 metros.

 

Los especialistas utilizaron tres ropas que habrían pertenecido a Maldonado: un cuello, una boina blanca y un buzo. El proceso fue distinto, explican altas fuentes de la investigación, porque nadie les limitó sus pesquisas. Los ocupantes del llamado Pu Lof, se replegaron hacia los cerros y no mantuvieron contacto con los agentes.

Los animales se dirigieron hacia la orilla del río pero no regresaron al punto en el que en teoría había estado estacionado el camión Unimog de Gendarmería Nacional aquel 1° de agosto, en el cual habrían hecho entrar a los golpes a Maldonado, tal como señalaron testigos de los grupos mapuches. En esta ocasión, los animales siguieron el rastro más allá del río, cruzaron, dejando atrás la zona de ramas y bosques enanos y continuaron olfateando por un trecho despejado de 600 metros.

 

En teoría esto podría implicar dos cosas: o que el joven logró efectivamente cruzar el fluente o que las ropas no le pertenecen. Para la investigación la segunda hipótesis tiene más fuerza. Según análisis posteriores las tres ropas tienen tres aromas distintos. Una fuente le aseguró a este diario, que el juez federal Guido Otranto ya está convencido de que toda o parte de la ropa fue “plantada” y no era de Maldonado.

En este contexto los perros y los especialistas se movieron en un amplio rango. La conducta de los canes no dejó dudas a los expertos, quien tenía puestas estas ropas cruzó el río y debería estar con vida.

 

En el rastrillaje del 5 de agosto pasado, los animales habían llegado solamente hasta a la orilla y después retomaron sus pasos hacia un sector en el que habría ubicado un camión de Gendarmería. El defecto de este peritaje radica en que los expertos no podían actuar naturalmente como corresponde a sus tareas porque una parte de los indígenas mantenían cerrados los pasos hacia determinados sectores.

En la versión de los testigos, Maldonado fue atrapado en la orilla, golpeado y subido a un Unimog para de inmediato ser conducido hacia la entrada del Pu Lof hasta una camioneta blanca que partió con dirección a Esquel. Los indígenas insisten en que el joven no pudo cruzar por temor a ahogarse o a su inexperiencia en la zona.

 

Ahora los perros demuestran que quien utilizó las ropas adjudicadas a Maldonado en realidad sí atravesó el fluente y su rastro se pierde 600 metros hacia los cerros. (Clarín)

 

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