Compromiso laboral: desafío para las empresas

A partir de las evaluaciones psicotécnicas que realizamos, y por lo que nuestros clientes nos manifiestan, se observa una creciente demanda por parte de las organizaciones de encontrar al “empleado comprometido”. Haciendo notar la dificultad en la capacidad de las personas, particularmente jóvenes, para asumir compromisos. Escuchamos por un lado, las quejas de las organizaciones, mientras que por el otro, los jóvenes se sienten incomprendidos.

 

Para los que trabajamos en Psicología Laboral, esto implica un gran desafío, que ponemos a prueba en cada evaluación Psicotécnica, en la cual exploramos exhaustivamente esta temática. Tenemos claro que una persona puede reunir varias competencias requeridas para el perfil del puesto, e inclusive un alto Coeficiente Intelectual (IQ), y ello no ser suficiente para un buen desempeño en el puesto de trabajo, dado que la actitud de compromiso está directamente relacionada con el buen desempeño.

 

Sin lugar a dudas la clave está en el compromiso, ya que un colaborador comprometido pone lo mejor de sí y su máximo esfuerzo por alcanzar los objetivos personales y organizacionales, se alinea a ellos y finalmente se orienta a los resultados.

 

El DRAE, Diccionario de la Real Academia Española,  define al compromiso como “obligación contraída, palabra dada”. Por ello cuando hablamos de compromiso lo asociamos a confianza. El compromiso a la relación, crea espacios de confianza, de respeto y de comunicación. Cuando no cumplimos con la “obligación contraída”, generamos desconfianza, que es el juicio que hace el otro de que carecemos de sinceridad y/o competencia para cumplimentar aquello con lo que nos habíamos comprometido.

 

El compromiso es lo que hacemos más allá de quien nos está mirando, atravesando barreras y derribando muros que se interponen entre nosotros y nuestros compromisos. Es el combustible que nos da voluntad para seguir. Lo visualizo a través de las acciones, “donde están mis actos (hábitos, rutinas, costumbres) están mis compromisos”.

 

Siempre estamos comprometidos a algo, la pregunta sería ¿a qué están comprometidas las nuevas generaciones al ingresar al mercado laboral?

 

Es inevitable soslayar que el ámbito laboral no está disociado de lo social. El avance tecnológico, necesariamente genera cambios en la sociedad y cada vez a ritmos más rápidos que capacidad que ella misma tiene de asimilarlo. Y esto se hace evidente cuando las nuevas generaciones ingresan al mercado laboral e interactúan con generaciones ya establecidas, dejando transparentar las diferencias abismales que ambos poseen respecto de la relación trabajo – vida. La irrupción de la comunicación digital, las redes sociales, la tecnología y la robótica, continuarán transformando drásticamente la forma de hacer negocios, de enseñar, de vender, de comprar, de trabajar en general.

 

Este mundo tecnológico es el que atraviesa fuertemente a las nuevas generaciones, los Milenarios (generación “Y” nacidos entre 1982-1994) y los “Nativos Digitales” (generación “Z” nacidos a partir de 1995).

 

Estas nuevas generaciones traen consigo las prácticas de “Worklife Balance”, que implica la priorización adecuada entre “trabajo” (carrera y ambición) y “estilo de vida” (salud, familia, placer, ocio, desarrollo espiritual/meditación). Para ellos el foco está puesto en los beneficios del equilibrio entre la vida laboral y el trabajo. Valoran:

 

  • La flexibilidad
  • El teletrabajo (trabajo realizado a distancia utilizando la Tecnología de la Información y Comunicación,TICs, para vender servicios y productos al mundo)
  • La inclusión en la toma de decisiones de las tareas que desarrollan
  • Un liderazgo basado en el coaching sistémico, que los motive acorde a lo que a ellos los incentiva y no lo que como líderes simplemente quieren imponer.

No caben dudas de que estamos ante nuevos paradigmas. Y las organizaciones que sobrevivan, serán aquellas que estén atentas al cambio y puedan adaptarse a los tiempos que transitan. “En tiempos de cambio, los aprendices heredarán la tierra, mientras que los sabelotodo se hallarán perfectamente equipados para desenvolverse en un mundo que ya no existe” Eric Hoffer. Justamente uno de los grandes cambios de estos tiempos es la incorporación de los jóvenes a las organizaciones, ya que la inclusión de los mismos, cambiará sin dudas la forma de trabajar. Los “Milenarios”  y los “Nativos Digitales”, indudablemente están cambiando las estructuras organizativas de las empresas.

 

Las nuevas generaciones trabajan por lo que los apasiona. Y allí está el desafío para las empresas, poder escuchar la nueva escala de valores que traen y lograr que estos jóvenes se sientan apasionados en sus trabajos y logren el tan ansiado “compromiso laboral.

 

Por: Claudia Ríos & Asoc.

Psicología al servicio de su empresa

Lic. Claudia Ríos – Directora

Tel. 0376- 154685998

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