Un detalle en el teléfono de Anahí abre una nueva incógnita

 

El papá del adolescente de 17 años que tenía el teléfono de Anahí Benítez fue trasladado a la DDI de Lomas. Allí dormirá esta noche, acusado del delito de encubrimiento agravado por el que mañana será indagado. Básicamente, las fiscales que investigan el crimen quieren saber cómo dio con ese aparato y, según pudo saber Clarín, por qué “el equipo había sido pintado”.

Sí, ese el dato que la llama la atención a los investigadores de la UFI 2 de Lomas de Zamora especializada en Femicidio: el teléfonoSamsung Core que usaba Anahí había sido pintado.

Hay que recordar que en los últimos días el IMEI (en español, Identidad Internacional de Equipo Móvil) de celular de Anahí se activó. Es algo así como el ADN del aparato, tenga o no chip, que mucha gente bloquea cuando se lo roban para que no se pueda utilizar.

Sin embargo, los investigadores estaban atentos a lo que podría suceder con el equipo y el IMEI no fue bloqueado. Así fue que una antena de la zona de Llavallol captó su funcionamiento.

Tras dar con el lugar exacto, esta mañana se hizo un allanamiento en José M. Jorge 488, a poco más de 800 metros de donde fue hallado en cadáver de Anahí en la reserva Santa Catalina el pasado 4 de agosto.

En la propiedad allanada hay tres PH y en el del medio, donde vive un jubilado de unos 70 años encontraron el equipo de la adolescente asesinada. Lo tenía el nieto de 17 años, quien se había ido a vivir ahí con su madre y su hermano luego de la separación de sus padres.

Cuando los investigadores le preguntaron al chico de donde había sacado el teléfono, respondió: “Me lo regaló mi papá”. Y fue entonces que las fiscales del caso Verónica Pérez y Fabiola Juanatey decidieron ampliar los allanamientos a tres direcciones más: Molina Arrotea al 2500, Oliden al 1200 y al 2400, todas de Lomas de Zamora y todas a menos de 20 cuadras del lugar donde apareció el cuerpo de Anahí: la habían asfixiado y enterrado en la reserva de Santa Catalina.

Fue en Oliden al 1200, en un PH, que la Policía y las fiscales dieron con el padre del adolescente: un hombre de 40 años que sólo dijo una oración: “El teléfono lo encontré en el baldío de esta cuadra”. Nada más. Y quedó aprehendido por el delito de “encubrimiento agravado” mientras los peritos recorrían el baldío que queda justo a la vuelta de la esquina, sobre Coronel Justo G. Bermúdez al 1600.

“Hay dos opciones: o lo encontró y se lo dio al hijo o lo obtuvo de manera ilegal. Y en este punto, la cuestión es saber si fue una adquisición directa o de manos de otra persona que sí estuviera vinculada al crimen”, explicaron las fuentes del caso.

Por lo pronto, tanto ese equipo como el del detenido serán enviados al Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público de la Ciudad de Buenos Aires para que sean peritados.

Mientras, también se analiza si el hombre detenido por encubrimiento tiene algún vínculo con Marcos Bazán, preso por el crimen; o si su hijo comparte su círculo social con algunos de los amigos de la chica asesinada. (Clarín)

 

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