Durante la jornada del viernes un fenómeno inusual sorprendió a quienes transitaban por el puerto de Punta del Este, las ramblas de Piriápolis y Montevideo, o por diferentes puntos de la costa sur uruguaya.
El mar se retiró varios metros y se creó una profunda bajante que dejó yates y barcos de pescadores encallados en la arena, a la vez que escombros y basura, usualmente bajo el agua, quedaron expuestos totalmente.
En Punta del Este el agua se retiró más de 10 metros en unos 15 minutos, según informaron medios locales, y las embarcaciones atracadas en su puerto terminaron varadas. La retirada de agua también agarró por sorpresa a los lobos de mar que usualmente conviven con pescadores y visitantes en el lugar.
¿Por qué se produjo este raro fenómeno y hasta cuándo durará la bajante?
Desde la Armada aclararon que esta situación se debe a los fuertes vientos provenientes del norte que en las últimas horas han afectado a los territorios del este. Los vientos llevaron al Instituto Uruguayo de Meteorología (Inumet) a emitir una advertencia naranja para los departamentos de Montevideo, Canelones, Maldonado, Rocha y Lavalleja.
Este retiro de las aguas, según los especialistas, resulta normal, pues es una bajante que se ha pronunciado por la incidencia de los vientos, que impiden la subida de la marea y hacen que el agua se retire.
El fenómeno tendrá su fin cuando los vientos cambien de dirección. De acuerdo con Inumet, esto ocurrirá mañana sábado, momento en que los vientos rotarán al suroeste con una intensidad entre 10 y 30 km/h.
Los expertos han destacado, ante la pregunta que muchos se hacen a través de las redes sociales, que este fenómeno no se trata de una previa a la ocurrencia de un tsunami.
Un tsunami se origina generalmente cuando en el lecho del mar se produce un movimiento telúrico de magnitud considerable que rompe con el equilibrio del océano y genera grandes olas. El viento no podría producir una evento de este tipo.
En Maldonado han aprovechado esta situación para realizar trabajos de limpieza en la zona de la Playa Mansa. Allí, durante la ventana de 48 horas que ha propiciado la bajante, se comenzó a remover un cordón de escombros y restos de antiguas construcciones, como varillas de hierro, piedras, maderas, entre otros, que quedaron expuestos por el retiro del agua.
