La historia de Capitán, cumplió 10 años de guardia junto a la tumba de su dueño

Ya tiene 15 años y hace una década que custodia la sepultura de su amo; a pesar de que intentaron encontrarle un nuevo hogar en varias oportunidades. «ya está grande, camina despacio, con tranco lento, casi ya no ve y hace su circuito diario de camino a donde está su dueño difunto. No se va del cementerio, sus ojos se ven agotados como pidiendo permiso para irse con su dueño”.

La primera vez que Capitán se sentó junto a la tumba de su dueño en el cementerio de Carlos Paz, los vecinos pensaron que era una despedida de la mascota a su amo. Pero 10 años más tarde el perro sigue montando guardia junto a la sepultura.

Capitán ya tiene 15 años -es un perro “anciano”- y aunque intentaron encontrarle un nuevo hogar entre los vivos, él prefirió quedarse junto a su humano a pesar de que, en teoría, ni siquiera debería saber que el hombre murió.

Héctor Bacegas, ex empleado del Cementerio de Carlos Paz contó a Cadena 3: “Después de tantos años sigue firme ahí. No tenemos idea cómo encontró la tumba porque su dueño no murió en Carlos Paz, sino en Córdoba. De ahí fue trasladado a la villa para el velatorio y de ahí directamente al cementerio, no regresó a su casa y no volvió a ver al perro”, le dijo a Cadena 3 Córdoba.

Y continuó: “Un Año Nuevo Capitán desapareció, pensaron que se había ido por miedo a los fuegos artificiales, lo buscaron pero nunca lo encontraron hasta que un año después la esposa y su hijo lo ven en el cementerio en la tumba del hombre. Cuando la señora lo encuentra lo lleva de vuelta a su casa, pero a la tarde Capitán volvió a escapar y regresó al cementerio donde permanece hasta hoy”, indicó.

Sostuvo que “la gran incógnita es cómo es que no olvidó el olor de su dueño. En este sentido, lanzó: “Yo creo que se habrán encontrado, habrá percibido su espíritu. Pienso que hubo alguna comunicación entre ellos”.

Banegas contó que Capitán está grande ya, que camina despacio, con tranco lento, casi ya no ve y hace su circuito diario de camino a donde está su dueño difunto. “No se va del cementerio, sus ojos se ven agotados como pidiendo permiso para irse con su dueño”, contó emocionado hasta las lágrimas. Y llevó tranquilidad al afirmar que el perro está muy bien cuidado, recibe comida y atención de veterinarios.

La opinión de un especialista

Al respecto, Aldo Cecchi, entrenador canino desde hace más de 25 años, contó a Cadena 3 que los perros se manejan por conductas, emociones y energías. “Hay cuestiones energéticas que marcan una diferencia entre una persona que está viva con una persona muerta. La ciencia comenzó a estudiar y hoy se habla de los campos mórficos, es decir, estructuras organizativas invisibles que moldean o dan forma a plantas o animales, que también tienen un efecto organizador en la conducta”.

Y agregó que, científicamente, no lo podemos medir ni reproducir, aunque sabemos que existe y está. “Educamos perros, equilibramos y armonizamos con el dueño. Pero muchas veces los dueños no entienden por qué el perro se termina portando mal y, en definitiva, es porque la persona está mal”.

“El perro se vincula con las energías del dueño, de ese modo, detectan cuando su amo tiene cáncer, diabetes, o si su dueña está embarazada”, manifestó Cecchi.

El adiestrador señaló que ya no se debe hablar de la humanización del perro sino de la animalización del humano: “Los perros detectan cambios electormagnéticos y las ondas de sonido. Si Capitán entrelazó su campo mórfico con la del humano, detectó dónde estaba su dueño”.

“No hizo falta entrenar a Capitán, el problema de conducta de los perros es la sociedad moderna. Hay gente que se lleva bien con los perros sin necesidad de entrenarlo. Nosotros no entrenamos a los perros, entrenamos a las personas para que vuelvan a su naturaleza”, finalizó.

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