Bruno, el perro «catador» que fue clave en la investigación por el crimen de Anahí

Tiene cuatro años y es especialista en detectar rastros. Cómo es el método de búsqueda.

El olfato de Bruno, la estrella de la brigada canina de Escobar, fue clave en la investigación por el caso de Anahí Benítez y, en particular, para la detención de Marcos Esteban Bazán, el segundo sospechoso por su muerte. Hizo su trabajo y ahora será la Justicia la que tendrá que encontrar las pruebas que confirmen los indicios que marcó el animal.

Se trata de un perro de raza Weimaraner de 4 años preparado para la detección de rastros específicos. Es por eso que el sábado, después de que se encontrara el cuerpo de la adolescente de 16 años en la reserva de Lomas de Zamora, las fiscales del caso pidieron su «colaboración». Llevaron al perro al cuarto de Anahí para que «tomara muestras» del olor de la adolescentes y después lo llevaron al predio donde fue encontrado su cuerpo.

Siguiendo su olfato, Bruno llegó hasta la casilla donde vivía Bazán dentro de la Reserva Santa Catalina. Pero lo más asombroso y decisivo fue que detectó el «perfume» del detenido en el pozo donde la policía encontró el cuerpo.

Así lo contó esta mañana en Arriba Argentinos su entrenador desde hace tres años, Diego Tula. «Es incansable», afirmó con orgullo su maestro.

Su olfato super desarrollado, que le permite seguir el rastro de una persona incluso si la suben a un auto, lo convirtió en un animal único que ya tuvo otros «éxitos» en su carrera. Participó en la investigación por el doble crimen de El Palomar en 2015 y también de la búsqueda de Araceli Fulles, desaparecida y asesinada este año.

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